
Albacete, capital cultural del toreo: Una Semana Taurina para la historia
Columna por Antonio Martínez Iniesta
La II Semana Taurino-Cultural organizada por el Capítulo de la Fundación Toro de Lidia en Albacete ha superado todas las expectativas. No ha sido solo un ciclo de actos, sino una auténtica declaración de amor a la Tauromaquia, un canto colectivo a sus valores, su arte y su vigencia en pleno siglo XXI. Albacete, una vez más, se ha puesto en pie para decir con orgullo: ¡La Tauromaquia es cultura viva!
Desde la emotiva inauguración hasta el último aplauso en el Teatro Circo, todo ha sido un despliegue de sensibilidad, conocimiento, esfuerzo y pasión. La exposición "Albacete en el ruedo y en el arte" abrió el ciclo con una muestra de enorme valor patrimonial y estético, un viaje por la memoria y el alma de una tierra profundamente taurina.

En tan solo cinco días, cerca de mil personas la visitaron, lo que confirma no solo el interés del público, sino la necesidad urgente de hacer realidad el anhelado museo taurino que reivindicamos en la inauguración. Si una muestra temporal consigue este nivel de respuesta, ¿qué no lograría un espacio permanente, abierto todo el año? Sería un motor cultural y turístico, con beneficios evidentes para la economía local.
Y desde ahí, el calendario no dio tregua: tertulias vibrantes, presentaciones de libros con autores de renombre, actividades pedagógicas para acercar la Tauromaquia a los más jóvenes. Además de concierto de pasodobles donde la música toreó con sentimiento, y el II Certamen de tentaderos tratados con una mirada didáctica y reflexiva.

La mujer taurina tuvo su merecido protagonismo, reivindicando su papel en esta historia común que es la Tauromaquia. Las jornadas gastronómicas "Taurotapeando" fueron otro acierto. Si el año pasado se vendieron alrededor de 2.000 propuestas culinarias, este año la cifra se ha incrementado en torno a un 25%. Todo un éxito que demuestra el altísimo nivel de nuestra hostelería y el creciente interés que despierta la carne del toro de lidia, una de las más ecológicas, sostenibles y saludables del mundo. Sabor, arte y tradición servidos a la mesa.
Y como joya lírica de la semana, el Teatro Circo se rindió ante una noche de poesía y emoción, de palabra y reivindicación, en un acto que quedará en la memoria.

Mención especial merece también el II Certamen de Tentaderos de novilleros sin caballos, organizado por el capítulo albacetense de la Fundación Toro de Lidia y celebrado en nuestra tierra con éxito rotundo. Santiago García resultó triunfador tras una actuación templada y con hondura, reflejo del buen momento que vive la Escuela Taurina. Estos jóvenes son el futuro, y necesitan escenarios como este para formarse, crecer y soñar.
Y si hubo un momento de máxima emoción, fue sin duda el homenaje a Samuel Flores, un acto cargado de gratitud y justicia, donde Albacete saldó una deuda histórica con uno de sus grandes referentes del campo bravo.

Durante esta semana, Albacete se ha convertido en epicentro de la cultura taurina nacional. Los medios especializados lo han reconocido, los asistentes lo han aplaudido, y los protagonistas lo han sentido, algo grande está ocurriendo aquí. Esta Semana Taurino-Cultural no ha sido una suma de actos, ha sido una afirmación con fuerza de que la tauromaquia no solo resiste, sino que florece cuando se cuida, se cultiva y se comparte.
A todos los que la han hecho posible colaboradores, toreros, ganaderos, artistas, medios de comunicación, instituciones, y sobre todo, el público fiel, solo cabe decirles gracias. Gracias por hacer de Albacete, una vez más, la capital del toro, del arte, del pensamiento y de la libertad cultural.

Y, si me permiten una mención especial, gracias a la Diputación Provincial de Albacete, con su presidente Santi Cabañero al frente, por hacer posible, a través del convenio firmado con la Fundación Toro de Lidia, que esta semana sea hoy una realidad. Sin su respaldo decidido, poco de esto habría sido posible.
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