
El rey Carlos y su hijo Guillermo aparecen juntos y todos se fijan el mismo detalle
En plena visita oficial, el rey Carlos y Guillermo se muestran cercanos y algo en su encuentro no ha pasado desapercibido
La visita del presidente francés Emmanuel Macron al Reino Unido ha dejado una imagen que ha dado la vuelta al mundo. Carlos III y su hijo, el príncipe Guillermo, han reaparecido juntos durante la recepción oficial, captando la atención no solo por el gesto político, sino por un detalle muy comentado. En plena agenda diplomática, ha surgido una anécdota que, lejos de pasar desapercibida, se ha convertido en el centro de todas las miradas.
Ambos monarcas han recibido a Macron y a su esposa Brigitte con la elegancia habitual de la realeza británica. Sin embargo, el momento más comentado no ha sido ni un discurso ni un gesto protocolario, sino una charla informal que ha dejado entrever cierta sorpresa por parte del mandatario francés. Tal como han reportado varios medios, ha sido precisamente el aspecto físico de Guillermo lo que ha causado un inesperado giro en la conversación.

Ha sido durante el saludo inicial en el Palacio de Buckingham cuando Emmanuel Macron ha hecho un comentario espontáneo sobre la estatura del príncipe. Según ha revelado Nicola Hickling, experta en lenguaje corporal, el presidente se ha mostrado genuinamente impresionado. De forma natural, le ha confesado al rey Carlos que encontraba “increíblemente alto” al heredero al trono.
Un detalle revelador en la charla entre el rey Carlos y el príncipe Guillermo sale a la luz
Carlos III ha respondido con humor y complicidad, asegurando que su hijo mide 1,85 metros. Sin embargo, lo que parecía una anécdota sin importancia ha terminado convirtiéndose en un pequeño ajuste de cuentas con la realidad. Guillermo, que ha escuchado la conversación, se ha unido entre risas para aclarar que su estatura es en realidad mayor: “Saben, en realidad yo mido 1,90”.
El detalle ha provocado una mezcla de asombro y buen humor en los presentes, sobre todo porque Macron ha admitido sentirse “pequeño” en comparación. Con una estatura de 1,73 metros, el presidente francés ha bromeado sobre cómo los británicos parecen más altos que los franceses. Brigitte, su esposa, también ha sido incluida en la broma, ya que solo mide un par de centímetros menos que él.

Este momento distendido ha servido como antesala para una visita cargada de simbolismo político y diplomático. La presencia conjunta de Carlos III y el príncipe Guillermo ha sido interpretada por analistas como una muestra de unidad institucional. También como un mensaje de continuidad ante un contexto internacional que requiere cohesión entre aliados históricos.
El rey Carlos y el príncipe Guillermo protagonizaron la imagen más comentada de la visita oficial
A lo largo de los tres días de visita oficial, Macron tiene previsto mantener reuniones centradas en cooperación económica y defensa europea. No obstante, la atención mediática se ha desviado inevitablemente hacia ese gesto espontáneo. La imagen del heredero al trono corrigiendo con simpatía a su padre y al presidente ha humanizado a la monarquía británica.
Desde los medios británicos como The Sun hasta publicaciones internacionales como France 24, el episodio ha sido recogido con amplitud. Más allá de los objetivos políticos del encuentro, ha quedado claro que a veces un comentario inesperado puede robarse todo el protagonismo. Y en esta ocasión, ha sido una cuestión de centímetros.
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