
Noruega lo asume: Mette-Marit ya ha tomado una firme decisión y no hay vuelta atrás
La princesa Mette-Marit de Noruega ha tomado una firme decisión tras los escándalos de su hijo que nadie esperaba
La Casa Real de Noruega no ha atravesado su mejor momento durante este último año. El escándalo que ha sacudido a la Familia Real ha tenido nombre propio: Marius Borg. El hijo mayor de Mette-Marit, fruto de una relación anterior a su matrimonio con Haakon, se ha convertido en el centro de la polémica internacional.
Desde su detención el pasado verano, los acontecimientos se han precipitado y tras quedar en libertad provisional, Marius finalmente ha sido imputado por nada menos que 23 delitos. Las autoridades noruegas han confirmado los cargos, aunque la fiscalía todavía no ha presentado una acusación formal. Sin embargo, la noticia ha generado un profundo malestar en el país.

La relación de Marius con la Familia Real ha sido siempre objeto de atención. Aunque oficialmente no forma parte de la institución, ha vivido durante años en el palacio. Algunos de los hechos por los que ahora se le investiga presuntamente han ocurrido en esa misma residencia.
Noruega ya conoce la última hora de Mette-Marit
Esto ha indignado a los noruegos y la población ha pedido explicaciones y, sobre todo, ha exigido responsabilidad. La respuesta desde la Casa Real ha sido clara y se han desmarcado públicamente de cualquier implicación. Desde el primer momento, la Casa Real de Noruega ha reiterado que Marius no es un miembro oficial de la realeza, aun así, la presión mediática y social no ha disminuido.
En medio de esta tormenta, la princesa Mette-Marit ha tomado una decisión firme: ha optado por el silencio y ha decidido no pronunciarse públicamente sobre el caso de su hijo. Y ha descartado hacerlo en el futuro. Su postura ha sido interpretada como una forma de proteger a la institución.

El príncipe Haakon tampoco ha realizado declaraciones. Aunque en un momento puntual ha acompañado a Marius a un centro de desintoxicación en el Reino Unido, sus palabras han sido contadas. Al parecer, el joven ha reconocido que algunas de sus acciones han estado influenciadas por el consumo de sustancias.
Mientras tanto, Ingrid Alexandra y Sverre Magnus, hijos del matrimonio, han querido reforzar la imagen de la monarquía. En los últimos días, han compartido en redes sociales varias apariciones juntos. En una de ellas, han mostrado su apoyo a la selección nacional femenina de fútbol y la acción ha sido leída como parte de una estrategia para desviar la atención.
Mette-Marit sigue manteniéndose en silencio
La Familia Real ha tratado de mantener la normalidad en sus actos oficiales y han acudido a eventos, compromisos e incluso ceremonias militares. La princesa Ingrid Alexandra, que ha seguido los pasos de la princesa Leonor en su formación castrense, se ha consolidado como símbolo de continuidad. Sus padres han apostado por reforzar su imagen, conscientes de que el futuro de la Corona depende en buena parte de ella.

La imputación de Marius Borg ha provocado un nuevo terremoto mediático. Aunque no sorprende, sí ha confirmado lo que muchos temían y Noruega ya lo asume: Mette-Marit ha cerrado la puerta definitivamente. Ha escogido no hablar más sobre su hijo y ha preferido proteger el legado de la institución.
Con esa decisión, la princesa ha marcado un antes y un después y a pesar de la presión y las críticas, se ha mantenido firme. Para ella, el silencio ha sido la única salida posible y no hay vuelta atrás. La Corona ha trazado su camino y el país, entre la decepción y el respeto, ha empezado a asumirlo.
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