Meghan Markle hace algo con sus hijos que ha ofendido profundamente a Carlos III

El príncipe Harry y Meghan Markle han tomado una decisión que ha causado un gran revuelo en la Familia Real británica. Según ha trascendido, los duques de Sussex ha decidido cambiar el apellido de sus hijos, Archie Harrison y Lilibet Diana, rompiendo así con una tradición de más de seis décadas. 

En lugar de llevar el apellido Mountbatten-Windsor, adoptado en 1960 como un homenaje al príncipe Felipe, los niños ahora usarán el apellido Sussex. Una decisión que ha sido vista como una ofensa profunda por el rey Carlos III.

Y aunque aún no ha trascendido el motivo por el que Meghan Markle y su marido han tomado esta decisión, una fuente cercana se ha puesto en contacto con The Times. Esta persona ha dejado entrever que el lanzamiento de su nueva página web tiene mucho que ver:

“La realidad detrás del nuevo sitio es muy simple. Es un centro para el trabajo que hacen los Sussex y refleja el hecho de que la familia tiene, desde la coronación del Rey, el mismo apellido por primera vez. Es un gran acontecimiento para cualquier familia. Representa su unión y es un momento de orgullo”.

Meghan Markle y el príncipe Harry le cambian los apellidos a sus hijos: gesto que ha ofendido a Carlos III

Según han informado varios medios de comunicación británicos, Meghan Markle y el príncipe Harry han decidido que sus dos hijos utilicen directamente el apellido que hace referencia a su ducado. De esta manera, los jóvenes han pasado a llamarse Archie Harrison de Sussex y Lilibet Diana de Sussex. 

Una decisión que, según parece, tomaron hace aproximadamente un año, justo después de la coronación del rey Carlos III en mayo de 2023. Fue entonces cuando los pequeños comenzaron a usar oficialmente el apellido Sussex. 

Este cambio, y aunque no ha sido anunciado oficialmente por Meghan Markle y su marido, este gesto se ha relacionado con el lanzamiento de su nueva página web. Proyecto que refleja su trabajo y la unidad familiar bajo un mismo apellido. 

Inicialmente, Archie y Lilibet no recibieron los títulos de príncipe y princesa al no ser nietos directos de la monarca. Sin embargo, con el ascenso de Carlos III al trono en septiembre de 2022, su estatus cambió automáticamente. 

En 2023, durante el bautizo de la pequeña Lilibet, se confirmó que ambos llevarían los títulos de príncipe y princesa, consolidando su nueva identidad dentro de la realeza.

Por ahora, el Palacio de Buckingham no ha emitido comentarios oficiales sobre esta decisión. No obstante, la ruptura con la tradición Mountbatten-Windsor ha sido una de las decisiones controvertidas que los duques de Sussex han tomado desde que se alejaron de sus deberes reales. 

Esta última acción ha sido percibida como un desafío directo a las costumbres establecidas y ha profundizado las tensiones dentro de la familia real, especialmente con el rey Carlos III.

Sin embargo, la decisión de cambiar el apellido de sus hijos tan solo resalta su deseo de diferenciarse de las normas tradicionales de la familia real y afirmar su independencia. 

Aunque esta acción también subraya las divisiones internas y las dificultades a las que Harry y Meghan se enfrentan al tratar de equilibrar sus identidades como miembros de la realeza y su deseo de una vida más autónoma.