
Lady Di no permitiría nunca la última decisión de Guillermo con Harry
Último golpe del duro enfrentamiento entre los hermanos, que Diana de Gales lamentaría profundamente
La distancia entre Harry y su hermano Guillermo no hace más que aumentar. Y esta vez, no solo geográficamente. Aunque el duque de Sussex ha manifestado en varias ocasiones su deseo de recuperar el vínculo con su familia, sus últimas declaraciones han complicado aún más las cosas.
Palabras que cierran más puertas de las que abren
En una reciente entrevista para la BBC, el príncipe Harry habló públicamente de forma muy clara sobre su situación con la corona británica: “Me encantaría una reconciliación con mi familia". "No tiene sentido seguir peleando más”, añadió. Sin embargo, sus palabras no han sido bien recibidas por todos, especialmente por el príncipe Guillermo.

Fuentes cercanas a la familia real británica aseguran que su hermano mayor está profundamente herido. No tanto por lo que Harry dice querer, sino por el hecho de seguir exponiendo públicamente los conflictos familiares. Según esas voces, con cada entrevista, el camino hacia el entendimiento se hace más angosto.
Confianza rota y distancias cada vez mayores
El gran obstáculo en esta historia no es solo el dolor acumulado: se trata también de la confianza, o mejor dicho, de su ausencia. En el entorno del príncipe Guillermo se habla de un “grave problema de confianza” hacia Harry: una herida causada por la publicación de su libro y otras declaraciones en medios. “Siempre ofrece su punto de vista, sin matices, y con libertad total para criticar a todos”, apuntan fuentes próximas a los Windsor.
En ese contexto, cuesta pensar que pueda producirse algún acercamiento real. La única vía posible para limar asperezas, según esas mismas fuentes, sería que Harry cambiara de estrategia. Que dejara de hablar públicamente sobre su familia y optara por resolver sus diferencias de forma privada; algo que, por el momento, no parece estar en sus planes.

Un comentario sobre su padre que causa inquietud
En la misma entrevista, Harry también abordó el tema de la seguridad durante sus visitas al Reino Unido. Tras la decisión judicial que rechazó su petición de contar con escoltas pagados con fondos públicos, el príncipe se mostró claramente molesto.
Y en medio de su frustración, lanzó una frase que no ha dejado indiferente a nadie: “No sé cuánto más tiempo de vida le queda a mi padre. Él no me habla por este tema de la seguridad”. El comentario ha reavivado la preocupación sobre el estado de salud de Carlos III y ha evidenciado la frialdad actual entre padre e hijo.
Las intenciones del príncipe Harry podrían ser sinceras, pero su forma de expresarlas, pública y sin filtros, parece estar alejándolo cada vez más del reencuentro que dice buscar. Lo que está claro es que si Diana de Gales estuviera presente, no habría dejado que la situación entre sus hijos llegara a este punto.
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