Las joyas de la princesa Leonor que no podrá lucir en la Escuela Naval de Marín

Desde que la princesa Leonor cumplió 18 años, sus apariciones públicas han generado un gran interés, especialmente por las joyas que elige lucir. La joven heredera se ha atrevido a llevar una variedad de alhajas, desde piezas de bisutería asequibles hasta joyas heredadas o prestadas por su madre.

Sin embargo, durante su estancia en la Escuela Naval de Marín, Leonor tendrá que separarse de estas piezas, ya que allí no podrá usarlas.

Aunque el joyero de la Casa Real española no es tan extenso como el de otras monarquías europeas, las joyas de la Familia Real forman un inventario considerable.

Dicho inventario privado incluye joyas heredadas a título personal, regalos recibidos en ocasiones especiales como bodas, nacimientos o mayorías de edad, y adquisiciones particulares.

Estas son todas las joyas que la Princesa Leonor no podrá llevar consigo a la Escuela Naval de Marín

En los actos oficiales que ha presidido desde que cumplió los 18 años, la princesa Leonor ha lucido todo tipo de piezas de joyería. Tras la jura de la Constitución, recibió de manos de su padre el collar de la Real Orden de Carlos III. Además, ese mismo día también recibió las medallas de oro de las Cortes Generales.

Para esta ocasión tan especial, la heredera del trono español lució unos pendientes de la firma Gold&Roses, regalo de sus padres. Los pendientes, elaborados en oro rosa de 18 quilates con diamantes y tanzanitas, tienen un valor aproximado de 2.000 euros.

Sin embargo, este es solo uno de los muchos regalos que la princesa Leonor recibió para conmemorar su mayoría de edad, obsequios que han pasado a formar parte de su joyero.

Entre las piezas más destacadas, el Principado de Asturias le entregó una medalla de oro de 18 quilates y nácar con la imagen de la Virgen de Covadonga. Esta pieza se suma a la Insignia de la Princesa de Asturias, elaborada en oro, diamantes y rubíes, que ya formaba parte de su colección.

Desde las Islas Baleares, la princesa Leonor recibió unos pendientes que replican el rosetón de la Catedral de Palma, de la firma Isabel Guarch, y valorados en unos 1.400 euros.

Otra de las piezas que se ha convertido en un elemento clave de su joyero son dos pares de pendientes en tonos azules. El primero de ellos pertenece a la firma Luzz Diamonds. Estas joyas, confeccionadas en oro blanco con diamantes y topacios, tienen un valor aproximado de 1.600 euros.

El segundo par de pendientes es una pieza aún más especial, ya que se trata de un regalo que Felipe VI le hizo hace unos años a la reina Letizia.

Aunque tanto la monarca como la princesa Leonor los han lucido en múltiples ocasiones, la autoría de estos pendientes ha sido motivo de debate. Mientras algunos creen que son de la firma Bvlgari, otros se los atribuyen a la joyería Aldao. 

Dichos pendientes son convertibles. Esto significa que pueden ser usados como pendientes colgantes en oro blanco, diamantes y aguamarinas, o como simples aretes de oro blanco y aguamarinas.

Desde hace generaciones, los joyeros de las reinas de España han ido creciendo con piezas de gran valor histórico y sentimental. Muchas de estas joyas fueron inventariadas cuidadosamente en el testamento de la reina Victoria Eugenia, y hoy en día, la mayoría de ellas están en posesión de la reina Letizia.

Sin embargo, hay excepciones, como un broche de brillantes que, por expreso deseo de María de las Mercedes, está en poder de Simoneta Gómez-Acebo.

Además de estas piezas, la princesa de Asturias tiene a su disposición cuatro tiaras reales que todavía no ha lucido. Estas tiaras son la de la Chata, la Floral, la Princesa y la Prusiana. Esta última es particularmente especial, ya que tanto su madre como su abuela la usaron en sus bodas.