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Fin del juicio de Corinna contra el rey Emérito: La justicia británica archiva la caus

Archivada la demanda de Corinna Larsen a Juan Carlos I por un presunto delito de “vigilancia ilegal”.

El juicio de la empresaria alemana Corinna Larsen contra el rey Emérito, Juan Carlos I, parece llegar a su fin. Según ha trascendido, la jueza Rowena Collins Rice, del Tribunal Superior de Londres —que ha llevado las últimas vistas del caso, a mediados de julio— ha decidido archivar la demanda que la alemana interpuso por la presunta “vigilancia ilegal” y "acoso" que sufrió por parte de los servicios secretos españoles y supuestamente ordenada por Juan Carlos I.

Según la jueza, “el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales carece de competencia para conocer de esta reclamación. Esto se debe a que no se ha interpuesto contra el demandado en su país de domicilio, como es su derecho por defecto”. Además, alegaba que la demandante no la había “convencido de que tenga argumentos sólidos y defendibles de que su reclamo cae dentro de una excepción a esa regla predeterminada.

De este modo, Juan Carlos I —que ha utilizado hasta tres bufetes de abogados distintos a lo largo del proceso— gana finalmente la batalla contra la que fue su “amiga entrañable”. Una batalla larga que comenzó en el año 2020, cuando Larsen decidió interponer una demanda contra él. No obstante, el fallo emitido este viernes 6 de octubre todavía es recurrible.

La segunda victoria del rey Emérito

No es la primera vez que la justicia británica le da la razón al Emérito. Once meses antes, en diciembre de 2022, el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales ya le daba la razón a los abogados del Juan Carlos I. Según declararon, el Emérito tenía inmunidad en los actos que Corinna Larsen denunciaba, por lo que la justicia británica no podría juzgarlos.

Mujer rubia sonriendo frente a un fondo azul con el logotipo de la Fundación Clinton.
Corinna Larsen. | El Cierre Digital

Según informaba la agencia Reuters “la conducta previa a la abdicación alegada es inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país”.

El pasado ocho de noviembre, los abogados del Rey Emérito defendieron ante el Tribunal de Apelación de Londres una apelación presentada por don Juan Carlos frente a una denuncia por acoso que presentó la exprincesa alemana. La sesión tuvo una duración de más de seis horas en las que los magistrados Eleanor King, Ingrid Simlery y Andrew Popplewell pudieron atender a los argumentos de la defensa del marido de doña Sofía. Los abogados del rey Emérito solicitaron la libertad de culpa del Emérito ante los hechos ocurridos entre abril de 2012 y junio de 2014

La defensa del Rey Emérito presentó las pruebas contra una resolución que ya había emitido el Tribunal Superior de Londres que negó la inmunidad de don Juan Carlos al considerar que el supuesto acoso se había dado en el ámbito privado y en la actualidad, el Emérito solo cuenta con tratamiento honorífico.

La defensa de la empresaria alemana sentenció que Juan Carlos I estaría amparado por la “inmunidad” si dichos actos tuvieran un interés “oficial”. Además, añadieron que los hechos denunciados por Corinna Larsen “no fueron parte de una operación de Estado sino de una campaña encubierta y personal”.

La denuncia de Corinna Larsen al Emérito

Corinna Larsen  denunció el pasado 2020 al Emérito por acoso, un presunto delito que en España se llevaría por la vía penal, mientras que en Reino Unido —país que lleva la causa—, se lleva por la vía civil.

La demanda llevada a cabo por la empresaria alemana acusaba a Juan Carlos I y al Centro Nacional de Inteligencia (dirigido entonces por el general Félix Sanz Roldán) de haberla acosado desde el año 2012 hasta el año 2020. Entre los presuntos hechos que denunció ante la justicia británica se encontraban entradas en su propiedad, vigilancias ilegales y la organización de una campaña difamatoria contra su figura.

Dos personas conversando en un evento formal, una mujer rubia con vestido rosa y un hombre de cabello canoso con traje oscuro.
Juan Carlos I y Corinna Larsen. | El Cierre Digital

Según recogió la demanda, el presunto acoso tuvo lugar debido a una donación que el exmonarca le proporcionó a la empresaria alemana de unos 65 millones de euros en el año 2012. Una donación que Larsen afirmaba que había sido un regalo, mientras que el Emérito le habría pedido, supuestamente, que se lo devolviera o “pusiera a su disposición”. Ante su negativa, Juan Carlos I la habría acusado de robo y habría comenzado el supuesto acoso.

Sin embargo, el exmonarca no es el único que aparecía reflejado en el escrito, ya que también acusaba al exdirector del CNI Félix Sanz Roldán de haberla llegado a amenazar de muerte en Londres.

Otra de las presuntas amenazas de muerte que habría recibido le habría llegado a su casa de Mónaco, en la forma de un libro titulado Princess Diana. The hidden evidence: how M16 and the CIA were involved in the death of Princess Diana, en el que se relataba  cómo murió la princesa Diana.

Diana y su pareja de aquel entonces, murieron en un accidente de tráfaico en 1997 que, para muchos, fue un homicidio. Mohammed Al-Fayed, padre del hombre fallecido, llegó a acusar a los servicios británicos de haber perpetrado el presunto homicidio.

Con estos elementos, Larsen afirmaba que su demanda se apoyaba en el miedo que sintió ante tales amenazas. Sin embargo, el desprestigio que podría haber sufrido en sus relaciones laborales, así como el móvil del acoso —el dinero—, podrían implicar un presunto motivo económico.

Ahora, tras tres largos años, la justicia le ha dado la razón de nuevo al rey Emérito al archivar la demanda ejercida por la que fue su “amiga entrañable”.

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