Logo El Cierre Digital
Personas navegando en un velero con el nombre "BRIBON" visible en el casco.
CLOSET

Duelo real entre regatistas: El Emérito y el Rey Felipe VI alejados y separados

Juan Carlos I navega y gana en aguas de la Bahía de Sanxenxo mientras que Felipe VI entrenaba en el Mediterráneo

Una relación, a día de hoy, irrecuperable. El distanciamiento entre don Juan Carlos de Borbón y su hijo, el rey Felipe VI es cada vez más patente. Un hecho evidenciado durante los últimos días ya que ambos han asistido a las tradicionales competiciones de regatas. No obstante, el soberano español lo hacía en la isla de Mallorca y su padre en del municipio gallego de Sanxenxo. 

La tensión entre los miembros de la casa real española es cada vez más evidente y a lo largo de los últimos años se ha puesto de manifiesto con algunos episodios como la 'crisis de las reinas': La 'pelea' entre doña Letizia y doña Sofía a la salida de la misa de Pascua en la catedral de Palma de Mallorca. 

Esta complicada relación entre suegra y nuera se ha acentuado con el paso del tiempo. En última instancia, doña Sofía, quien libraba una cruenta batalla con la excomunicadora asturiana por la ansiada reunión de sus ocho nietos y sus tres hijos en Marivent, ha desistido y ante la inminente llegada de la soberana española al archipiélago balear ha optado por abandonar la isla. "Era desde el principio una meta imposible. Hoy, la relación entre todos ellos es prácticamente inexistente. Doña Letizia va por un lado y las infantas y sus hijos por otro", señalan estas mismas fuentes a elcierregital.com.

La madre del rey Felipe VI ha puesto rumbo a Granada para presidir el acto de conmemoración del 30º aniversario del fallecimiento del rey Balduino de Bélgica. No obstante y según revelan fuentes del entorno monárquico español a elcierredigital.com, "la tensión que existe entre doña Sofía y doña Letizia es insostenible, tanto que la reina Emérita ha optado por salir de Marivent". 

Además, tal y como recalcan estas fuentes a nuestro diario, "no solo existe tensión familiar, sino que la complicada situación política que vive España habría llegado a desestabilizar, más si cabe, la imagen y la unidad de los Borbones". "Los sectores monárquicos y 'juancarlistas' están muy descontentos ante la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ya que no conciben cómo el rey Felipe VI puede llegar a nombrar como candidato a presidir el Ejecutivo a un político que puede establecer pactos con partidos que buscan instaurar la República y cargarse la monarquía, así como romper la unidad de España". 

Lejos quedan ya las cómplices y familiares estampas que ofrecían los miembros de la familia real española cada verano en la isla de Mallorca. Unos períodos estivales en los que las jornadas de vela eran habituales y en las que tanto el rey Emérito como su hijo, el entonces príncipe de Asturias, compartían a bordo del 'Bribón'. Ahora ambos siguen demostrando su afición por los deportes náuticos, eso sí, en distintos puntos de la geografía nacional. 

Tú a Sanxenxo y yo a Mallorca

El miércoles de la pasada semana el rey Emérito regresaba a la localidad gallega de Sanxenxo. El monarca realizaba una nueva visita a España desde que en agosto de 2020 remitiera una carta a su hijo donde expresaba su intención de marcharse del país y fijar su residencia en Abu Dabi. 

Un grupo de hombres de diferentes edades posan juntos frente a un automóvil blanco en un entorno urbano.
Don Juan Carlos en la 'Taberna del Náutico', restaurante del Club Náutico del municipio de Sanxenxo/ Fotografía: elcierredigital.com. | El Cierre Digital

El motivo de su retorno es la participación en la regata de la categoría 6mR de vela que se ha celebrado durante los días 28,29, 30 y 31 de julio en las que estaba inscrito su  barco ‘Bribón’. Desde elcierredigital.com ya informamos de que se alojaría en casa de su amigo Pedro Campos, mostrando abiertamente su visita porque venía “tranquilo”; así como desvelamos en exclusiva las fotografías de los preparativos previos a la regata.

De nuevo, el Emérito surcaba aguas del Atlántico bajo la atenta mirada de su primogénita, la infanta Elena, quien viajó hasta el municipio pontevedrés para visitar a su padre. Al igual que el monarca, su hija también demostró su pasión por el deporte náutico regateando a bordo del 'Alibaba II'. Este pasado domingo, apoyado en su bastón, el Emérito recogía el galardón que acredita al Bribón 500 como ganador del Trofeo Hotel Carlos I de Silgar de manos del alcalde de la localidad Telmo Martin. 

Un grupo de personas navegando en un velero con velas negras en el mar, con una ciudad y montañas al fondo.
El Rey Felipe VI junto a su equipo de regatas a bordo del 'Aifos 500'/ Fotografía: elcierredigital.com. | El Cierre Digital

Si el monarca navegaba en aguas gallegas, su hijo, el Rey Felipe VI lo hacía el pasado sábado en el Mediterráneo. Tras finalizar la agenda institucional, el soberano español aterrizaba el pasado miércoles 26 de julio en Mallorca para dar comienzo a sus vacaciones estivales. El padre de la princesa Leonor subía a bordo del velero 'Aifos 500', propiedad de la Armada, con el que compite en la Copa del Rey Mapfre, la regata más relevante en el ámbito de la vela profesional europea, que este año cumple su 41º aniversario. 

Un grupo de personas navegando en un velero en el mar.
El Rey Felipe VI junto a su equipo de regatas a bordo del 'Aifos 500'/ Fotografía: elcierredigital.com. | El Cierre Digital

Con gorra, el polo blanco del equipo, gafas de sol y bermudas de color kaki, algunas de sus prendas indispensables en su fondo de armario, el monarca se dejó ver junto a su equipo de regatas, con el que competirá para hacerse con el trofeo, que hasta el momento se le ha resistido. 

La navegación, la pasión heredada de don Juan de Borbón

La pasión por la cultura marinera que comparten padre e hijo, así como la mayoría de miembros de la familia real española, fue heredada de don Juan de Borbón. De sobra era conocido el pasado marinero del hijo del monarca Alfonso XIII que quedó impregnado en sus brazos a partir de unos tatuajes cuyo origen reveló en la entrevista que concedió en 1992 para 'Canal Sur' a la periodista Pilar Trenas.

"Me los hice en el año 32, cuando solo tenía 19 años. En aquella época era muy normal, muy de marino. El que pasaba por oriente, se los hacía. Hoy en día es menos común”, reveló don Juan de Borbón durante su intervención televisiva.

Según explicaba a la comunicadora, su pasión por el mar se gestó durante los períodos estivales en el Palacio de La Magdalena, localizado en la ciudad de Santander. "Allí surgió mi afición marinera y mi gusto por la navegación”. El padre del rey Emérito comenzó su carrera en la marina a finales de los años veinte del siglo pasado cuando ingresó en la Escuela Naval Militar para, posteriormente, continuar su formación en la Royal Navy, la Marina Real británica. 

Durante su juventud pasó dos años en un crucero con el que tuvo la oportunidad de recorrer gran parte del Océano Indico, Golfo Pérsico y Mar Rojo. De hecho, fue durante una de aquellas travesías cuando don Juan se tatúo los dos dragones que cubrían sus brazos. Uno de ellos tenía ascendencia oriental y el otro tenía su origen en la cultura india. 

Desde que don Juan de Borbón comenzara su carrera marinera, la alta mar fue testigo de algunos de los momentos más importantes de su vida. El 25 de agosto de 1948 el padre de don Juan Carlos de Borbón utilizó el velero 'Saltillo' y puso rumbo al Golfo de Vizcaya para entrevistarse con el general Francisco Franco sobre el futuro de 'Juanito' en España. También fue a bordo de este velero, durante el verano de 1954, cuando don Juan conoció a su futura nuera, la entonces princesa Sofía de Grecia y en 1962, volvería a embarcarse, esta vez, rumbo a Atenas para asistir a la boda de los futuros príncipes de España.

Dos hombres en un bote disfrutando de un día soleado en el mar, uno de ellos riendo y el otro con una gorra de marinero.
Don Juan de Borbón junto a su hijo, don Juan Carlos, a bordo de una embarcación. | El Cierre Digital

El hijo de la reina Victoria Eugenia jamás renunció a su pasión por la navegación. Tal es así que una de las últimas veces que don Juan fue visto a bordo de una embarcación fue en agosto de 1992, momento en el que recaló junto al buque 'Giralda' en el puerto Sherry, en el municipio gaditano de El Puerto de Santa María.

Un año después, el 1 de abril de 1993, la vida de don Juan se apagaba en la Clínica Universitaria de Navarra y la pasión marinera del conde de Barcelona ha sido heredada por su hijo y su nieto, aunque a diferencia de aquellos años en los que navegaban en compañía ahora lo hacen 'entre dos aguas'. 

➡️ People ➡️ Closet

Más noticias: