La curiosa joya que la reina Letizia ha heredado de su suegra, doña Sofía
La reina Letizia acudió el pasado lunes al funeral de Alejandro Fernández de Araoz con una joya que heredó de su suegra
Tras acudir al funeral de Juan Gómez-Acebo, este lunes, 9 de septiembre, la reina Letizia reapareció en la misa funeral de Alejandro Fernández de Araoz. Momento en el que la monarca lució una de las joyas que ha heredado de su suegra, doña Sofía.
La mujer de Felipe VI acudió a este acto litúrgico vestida de riguroso luto. Sin embargo, lo que más destacó fue el broche que hace años perteneció a la reina emérita y que fue parte de la colección de la reina María Cristina de Habsburgo.
El broche de la reina Letizia presenta una perla en forma de lágrima en el centro rodeada de una docena de diamantes en talla brillante. Además, de la perla principal cuelga otro diamante en talla almohadilla, así como una perilla de nácar de gran tamaño.
No hay ninguna duda de que el conjunto de esta joya que perteneció a doña Sofía crea un efecto deslumbrante que capta la atención de todos aquellos que la observan.
La historia que se esconde detrás del broche que la reina Letizia heredó de doña Sofía
El broche, conocido por su sofisticación y belleza, está documentado entre las alhajas de la reina María Cristina. Sin embargo, la primera vez que se lo vimos puesto a la reina Letizia fue el 12 de octubre de 2017, durante el desfile de las Fuerzas Armadas.
Desde entonces, la pieza se ha convertido en un símbolo importante en el joyero real de la monarca. Tanto es así que, el pasado lunes, la mujer de Felipe VI lo escogió para acudir a la misa funeral de Alejandro Fernández de Araoz.
El broche tiene una rica historia que se remonta a principios del siglo XX. Tal y como se ha confirmado, fue un regalo de bodas para doña María de las Mercedes, esposa de Alfonso XII, y posteriormente pasó a manos de doña María Cristina.
En la década de los ochenta, la reina Sofía comenzó a lucir esta pieza en diversas ocasiones, consolidándola como un elemento icónico en su colección personal de joyas.
Según cuenta la leyenda, este broche podría haber sido creado a partir de un pendiente de la reina María de las Mercedes, la primera esposa de Alfonso XII. Sin embargo, este origen no está confirmado, y los expertos en joyería han expresado sus dudas sobre la veracidad de esta historia debido al tamaño y características de la pieza.
A pesar de los rumores, lo que es innegable es el valor sentimental e histórico que este broche tiene para la familia real. Para la reina Letizia, llevar esta joya no solo representa un vínculo con su suegra, sino también con la rica herencia histórica de la monarquía de nuestro país.
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