Charlene de Mónaco emociona al príncipe Alberto y a media Europa: ya está decidido

La princesa Charlene ha emocionado al príncipe Alberto con un gesto cargado de simbolismo. Y todo porque ha participado en la inauguración de dos retratos en el Ayuntamiento de Mónaco, que han causado gran impacto. Uno de los cuadros la ha representado a ella; el otro ha estado dedicado a la inolvidable Grace Kelly.

Ambos retratos se han presentado esta misma semana en el Salón de Bodas del consistorio monegasco. Se ha hecho con un acto que ha contado con la presencia de los príncipes Alberto y Charlene, así como de varias autoridades locales. La decisión de exponer estas obras ha sido ampliamente celebrada tanto por la ciudadanía como por los medios europeos.

El retrato de Charlene fue pintado en 2013 por la artista Stéphanie Van Zyl. La obra ha consistido en un gouache sobre papel blanco, sencillo y elegante, y la autora ha asistido personalmente a la ceremonia de inauguración. Por su parte, la pintura que representa a Grace Kelly pertenece al artista Paul Werner Sochtig y forma parte del patrimonio del Palacio del Príncipe.

Charlene deslumbra junto a autoridades locales y el príncipe Alberto

En la ceremonia, los príncipes ha estado acompañados por Georges Marsan, alcalde de Mónaco, y varios miembros del Consejo Municipal. Para la ocasión, Charlene ha elegido un vestido de la reconocida firma suiza Akris, una de sus marcas favoritas de la princesa. El diseño ha sido de color negro con un delicado estampado blanco de dientes de león, que ha aportado frescura y sofisticación al conjunto.

El vestido, confeccionado en crepe de viscosa, presentaba un corte midi muy favorecedor. Destacaba por su cuello alto, la manga corta y una cintura drapeada que ha realzado la silueta de la princesa. Su precio original es de 2.590 euros.

Ha completado su atuendo con unos zapatos slingback negros de Gianvito Rossi, modelo Ascent, caracterizados por su punta afilada y tacón fino. Además, Charlene ha lucido unos pendientes pequeños de diamantes que han complementado perfectamente su look. Su imagen ha resultado equilibrada, combinando lo clásico con un toque moderno, sin perder la naturalidad que la caracteriza.

Europa recibe el gesto simbólico de los príncipes de Mónaco como una declaración de identidad y legado

En los últimos meses, la princesa ha mostrado una evolución notable en su forma de vestir. Ha optado por tonos más suaves y estampados románticos, alejándose de su habitual sobriedad. Durante sus vacaciones en Venecia, ha sorprendido con un vestido rosa que ha reflejado esta nueva etapa estilística.

Este cambio ha sido muy bien recibido por el público y los expertos en moda, quienes la han visto más segura y luminosa. Ha parecido estar más cómoda con prendas que antes evitaba, mostrando una versión más fresca y cercana de sí misma.

La instalación de su retrato en el Ayuntamiento ha sido un símbolo claro de esta transformación. Charlene ha reforzado así su presencia institucional y su fuerte vínculo con la historia del Principado, compartiendo ahora espacio con Grace Kelly y otros destacados. En toda Europa, esta decisión ha sido aplaudida como un gesto de unidad y respeto.