
El Café de la Ópera, alta cocina y buena música que conquistan las noches madrileñas
Este restaurante cuenta con un detallado menú complementado con veladas cantadas frente al Teatro Real de Madrid
Madrid nos sorprende con secretos bien guardados, y uno de los más sorprendentes literalmente canta a todo pulmón en pleno corazón de la ciudad. Nos referimos a El Café de La Ópera, un restaurante que ha sabido reinventarse como un templo de la buena mesa, donde la ópera no es solo música. También se convierte en una parte fundamental del menú.
Su propuesta estrella, la Cena Cantada, es mucho más que una velada gastronómica. Una sorprendente experiencia inmersiva que convierte cada noche de viernes y sábado en un espectáculo único y absolutamente memorable.

Ubicado a orillas del emblemático Teatro Real, este bonito proyecto ya lleva más de dos décadas enamorando a madrileños y visitantes. Lo hace con una propuesta donde la lírica y la gastronomía de autor van de la mano.
En cada Cena Cantada, una compañía lírica propia, compuesta por cantantes con una sólida trayectoria internacional, interpreta fragmentos de grandes óperas. Tales como La Traviata, Madama Butterfly, El Barbero de Sevilla o La Bohème. Mientras, los comensales saborean un seductor menú cuidadosamente diseñado para acompañar cada pieza.

Entre los artistas que dan vida a estas noches, se encuentran voces como la de la soprano Virginia Wagner. También la madrileña Gema Scabal, el tenor Luis Enrique Jimeno y el pianista cubano Eduardo Ernand. Todos ellos, cuentan con una amplia carrera en teatros de Europa, América y Asia. Logran que la interacción con el público, la improvisación y el nivel vocal conviertan cada velada en única e irrepetible.
El menú “Violeta” está compuesto por una cuidada selección de platos que van desde una brocheta de solomillo con piña y pimientos braseados, hasta una tarta cremosa de queso con helado artesano de violeta.
Además, incluye también irresistibles recetas como el salmón con esencia de mango o la crema templada de guisantes con espuma de jamón ibérico. Estos se convierten en pequeñas obras de arte que completan una experiencia sensorial que se disfruta plenamente en compañía de sus mágicas noches de ópera.

Pero El Café de La Ópera no vive solo de noches de ópera. Su propuesta diurna también es digna de una visita. Su original Ópera Brunch se ha consolidado como uno de los planes más apetecibles de la capital. Desde las once de la mañana y hasta la una y media del mediodía, el brunch clásico ofrece bollería, huevos al gusto y toques gourmet.
Y para los más dormilones, también nos deleitan con su Ópera Late Brunch. Arranca a partir de la una de la tarde con opciones más contundentes como la Ópera burger o los fish & chips de Madrí.
Los miércoles, jueves y domingos por la tarde, el ambiente cambia de tono y se tiñe de elegancia con sesiones de piano jazz en vivo. Y cuando cae la tarde, nada como disfrutar de una copa en su encantadora terraza con vistas al Teatro Real. Allí, una selecta coctelería de autor nos invita a brindar en pleno centro de Madrid.

El Café de la Ópera se ha convertido desde su apertura en 1997 en un rincón único donde confluyen la buena mesa y la lírica. Todo en un ambiente mágico que garantiza el disfrute y los buenos momentos porque en El Café de La Ópera, el arte no solo se contempla… ¡También se saborea!.
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