El macrojuicio del caso Cursach tiene un claro componente mediático debido a la relevancia que tienen a nivel nacional los hechos que se juzgan. Un proceso judicial que, además, está siendo especialmente delicado. Uno de los últimos hechos que ha tenido lugar ha sido un cruce entre los letrados de la acusación y la defensa del caso, protagonizado por Teresa Bueyes, abogada de la acusación, y Antonio Martínez, defensa de Bartolomé Sbert.

El altercado tuvo como precedente una publicación en el Instagram privado de Teresa Bueyes, de tres fotografías con el siguiente texto: “Macro causa contra Grupo Cursach. A veces deberían sentarse en el banquillo personas que se sientan en estrados. 26 años de abogada, siendo testigo de injusticias terribles. La justicia no se repara con cárcel ni dinero, ni tampoco con fiscales que miran a otro lado”.

Ante la publicación, Antonio Martínez pidió a la Sala que adoptase medidas disciplinarias, lo que fue avalado por la Fiscalía por comentarios “vejatorios e injuriosos”. Por su parte, Teresa Bueyes defendió el uso de su “libertad de expresión” y anunció en aquel momento su intención de “anunciar la interposición de una querella contra el Ministerio Fiscal por delito de omisión del deber de perseguir delitos”.

Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con Teresa Bueyes, que ha preferido “no hacer manifestaciones” y se ha mostrado “muy consternada por lo acontecido”. Sin embargo, también ha querido mostrar su confianza “plena en las tres magistradas. Se hará justicia”, declara.

“Mi abogada está sufriendo presiones”

Esta situación podría tener como objeto desestabilizar a la acusación del caso. Según ha expresado José Manuel Bover, al que defiende Bueyes, el abogado de Bartolomé Sbert habría intentado “amedrentar” a su abogada, que “está sufriendo presiones”.

Fotografía del post de Instagram de Teresa Bueyes que ha provocado el cruce entre letrados.

“Parece que le ha sentado mal que mi abogada publique su opinión personal respecto a la actuación del fiscal Juan Carrau y que conllevará, como ella misma ha aclarado a la sala el día de hoy, a la interposición de una querella en defensa de mis intereses por la no persecución de los delitos que en su día denuncié, consistentes en extorsión, amenazas y coacciones”, ha seguido Bover. El denunciante ha querido expresar también su confianza ante “la sección de tres mujeres implacables y justas que sabrán valorar los límites y ponderar los intereses en conflicto”.

Ante el suceso, Samantha Romero, presidenta del tribunal, declaró que tomarían una decisión después de un tiempo, para hacerlo de una forma más sosegada. Algo que pone de manifiesto la serenidad que muestran las tres magistradas a la hora de llevar el mediático macrojuicio del caso Cursach.

Las implacables mujeres que juzgan el caso Cursach

Las tres magistradas que se encargarán de dictar la sentencia para Bartolomé Cursach y el resto de implicados en la presunta trama delictiva que se inició en 2014 se presentan como 'implacables'. Los tres nombres son Samantha Romero, Rocío Martín y Gloria Martín. Las dos primeras son las magistradas conocidas por haber dictado la mediática sentencia del caso Nóos que condenó a Iñaki Urdangarin a cinco años y diez meses de prisión.

Según pudo saber elcierredigital.com a través de fuentes cercanas al caso, estas dos mujeres “aguantaron muchas presiones durante el Nóos y ahora son como impenetrables”, lo que las convierte en una buena opción para juzgar un caso que ha estado marcado por sus irregularidades.

La sala está presidida por Samanta Romero, que también presidió el juicio del caso Noós, y tiene como ponente a Rocío Martín —con más experiencia en la Audiencia de Palma que el resto—. Su última incorporación fue la magistrada Gloria Martín.

El polémico último escrito de acusación del caso Cursach

Hace un mes, el Ministerio Fiscal presentó un nuevo escrito de acusación, no exento de polémica, en el que eliminaba —a diez días del inicio del macrojuicio del caso Cursach— la acusación de algunos implicados como Jaime Nadal, funcionario del Ayuntamiento de Calvià, y reducía la condena de los 16 procesados restantes por “falta de pruebas”.

Juan Carrau, fiscal del macrojuicio del caso Cursach.

Este cambio en la acusación ha derivado en que Bartolomé Cursach actualmente solo esté acusado de un presunto delito de organización de grupo criminal y otro por presunta prevaricación administrativa. En total, la pena de cárcel asciende a un año y medio contra los ocho y medio que pesaban antes sobre el empresario.

Fuentes internas del caso consultadas por elcierredigital.com mostraban su confusión con respecto a este escrito. No solo por la rebaja de condenas, sino por la eliminación de algunas acusaciones de delitos como el de “cohecho activo continuado y coacciones”, así como “amenazas y extorsiones”.

Situación que a estas mismas fuentes les sorprendía por el hecho de que el Fiscal Juan Carrau ratificó “en dos ocasiones el escrito de calificación del fiscal Subirán”.

En uno de ellos, al que ha tenido acceso elcierredigital.com, el Fiscal Juan Carrau “reitera y, en consecuencia, solicita que se tenga por reproducido el escrito de acusación que formuló el Ministerio Fiscal en fecha 13-12-18 sin que quepa ampliar el mencionado escrito”.