La Policía Nacional intervino la pasada semana en Salou más de 30.000 objetos falsificados en una operación conjunta con la Agencia Tributaria en la que han sido detenidas 42 personas por un presunto delito contra la propiedad industrial. 

Las indagaciones se iniciaron al detectar un alto volumen de productos falsos comercializados en la zona costera del municipio. Después de recibir varias denuncias interpuestas por la representación legal de las empresas, se localizaron algunos de los productos expuestos en varios establecimientos. En total, la Policía Nacional inspeccionó 46 tiendas donde se comercializaban o almacenaban productos falsos de marcas reconocidas que podían alcanzar un valor superior a los 900.000 euros una vez distribuidos en el mercado.

Gafas de sol, prendas de ropa y juguetes 

Entre los más de treinta mil artículos falsificados, la policía encontró camisetas, gafas de sol, relojes, juguetes y otros productos textiles, además de diferentes planchas de serigrafía para materializar las falsificaciones. Los productos se encontraban expuestos o almacenados y embalados en cajas de cartón dispuestos para su distribución y comercialización ilícita.

El peligro de los juguetes falsificados

Con respecto a los juguetes intervenidos, estaban formados por piezas pequeñas que podrían ser peligrosas para el uso infantil al no haber pasado ningún control de calidad. Entre los riesgos más comunes, el de las piezas que se desprenden, aristas puntiagudas o materiales y pinturas tóxicas, lo que puede provocar heridas, intoxicaciones, asfixia e incluso la muerte.

Antes de adquirir un juguete, conviene revisar que este tenga el marcado CE. 

En este sentido, las autoridades alertan del peligro de las falsificaciones y recomiendan que, antes de adquirir este tipo de productos destinados a menores, se revisen ciertas características. Entre ellas, que los juguetes lleven el marcado CE, que en la etiqueta figuren los datos del fabricante responsable del producto y que el etiquetado e instrucciones de uso vengan en castellano.

También debemos comprobar que lleva todos los accesorios que se indican en el etiquetado, y en él debe figurar la edad mínima para la que es recomendable dicho juguete, a partir de la cual un niño puede jugar con ese producto.

Finalmente, el juguete no debe tener bordes o puntas cortantes ni piezas pequeñas que se puedan desprender, especialmente si va dirigido a niños menores de 36 meses, y debe ser lo suficientemente grande para que no pueda ser tragado.

Además de los problemas de seguridad, no debemos olvidar que las falsificaciones suponen un grave perjuicio para las empresas fabricantes. Según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, los juguetes falsificados suponen unas mermas del 12,3% en las ventas del sector en Europa, que se traducen en la pérdida directa de unos 6.150 puestos de trabajo en la UE.