Juan Miguel Díaz Rodelas, canónigo de la catedral de Valencia y celador del Santo Cáliz, falleció durante el fin de semana tras atragantarse con un trozo de carne en el convite de la boda que acababa de celebrar.

Uno de los sacerdotes que le acompañaba en el festejo fue quien se percató de lo que estaba ocurriendo. A pesar de la rapidez de actuación, el equipo médico no pudo hacer nada por salvar su vida. Según ha informado la Cadena SER, la primera hipótesis apunta a que la situación fue provocada por un fallo cardiaco. Todavía las autoridades han informado que la autopsia no se celebrará hasta hoy lunes.

Díaz Rodelas se había quedado en el convite debido a la cercanía que le unía a la pareja y a sus familias y el sacerdote que le acompañaba pidió a un seminarista que fuese a la cocina y trajese aceite para llevar a cabo la extremaunción al canónigo.

Catedral de Valencia 

Díaz Rodelas nació en Arico Nuevo (Tenerife) en 1950 y llevaba 20 años como canónigo en Valencia. Era profesor de Teología en Valencia, profesor del Pontificio Instituto Juan Pablo II y del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas. También presidente del Patronato del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer y doctor en Ciencias Bíblicas.