La Guardia Civil ha detenido a cuatro ciudadanos españoles que interactuaban entre ellos para traficar con armas que llegaban a organizaciones criminales ligadas con el narcotráfico y los delitos contra la propiedad.

Los agentes de la Benemérita han intervenido 322 armas, entre que se encuentran fusiles de asalto AK-47, subfusiles, pistolas ametralladoras y más de 250 armas cortas plenamente funcionales, entre las que destacan un bolígrafo-pistola y un bastón-escopeta, en ambos casos artilugios prohibidos.

Algunas de las armas incautadas.

La operación se inició a comienzos de 2018 al detectar la Guardia Civil que un vecino de Gijón, con antecedentes por consumo de heroína y con falsa apariencia de ser coleccionista, quería vender un arma por internet a un elevado precio. Esto derivó en la detención y hallazgo de un taller clandestino en Torrelavega (Cantabria) y otro en un trastero de Gijón.

Se han ejecutado once registros en una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón, que ha decretado el ingreso prisión de los cuatro arrestados.