Un trabajador de la planta de residuos de Manises encontró el cadáver de una bebé recién nacida que había sido arrojado a un contenedor de basura, según informó la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación. El hallazgo se produjo de madrugada en una de las cintas de tiraje.

El bebé era una niña, de raza caucásica, que todavía tenía el cordón umbilical, por lo que la investigación se centra ahora en la práctica de la autopsia y también en tratar de encontrar a la madre de criatura.

La Benemérita también intenta conocer el horario y la procedencia del camión de basuras que ha podido trasladar el cuerpo hasta la citada planta de reciclaje, que es destino diario de cientos de toneladas de residuos procedentes de Valencia y su área metropolitana.

El cuerpo se encontró alrededor de las 4.35 horas, momento en el que se activó un protocolo de actuación específico ante el hallazgo de restos humanos, armas o explosivos, que implica la parada de la cinta y el aviso inmediato a la Guardia Civil. Los agentes llegaron a la planta sobre las cinco de la madrugada y establecieron un cordón de seguridad alrededor de la cinta de triaje hasta que, unas seis horas más tarde, se procedió al levantamiento del cadáver en presencia de un juez.

Las basuras que se trataban en la cinta donde apareció el cuerpo procedían de un foso en el que las habían depositado previamente decenas de camiones. En ese foso se habían estado arrojando basuras durante unas dos horas antes del hallazgo del cuerpo.