Manuel Mourin Caldeiro desapareció el 7 de octubre tras hacerse una analÃtica a la una de la tarde en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. La familia inmediatamente se puso en contacto con SOS Desaparecidos, que difundió un cartel que informaba de que se buscaba un hombre de 89 años, 1, 63 metros, 95 kilos, ojos oscuros y pelo canoso.
Y ayer se conoció el desenlace fatÃdico: su cuerpo sin vida apareció en un baño del propio hospital barcelonés. En Elcierredigital.com hemo hablado con el hijo del fallecido, Javier Mourin, que está conjugando a nivel interno la tristeza por la muerte de su padre y con una 'educada indignación' ante la cadena de despropósitos y errores que se llegaron a cometer a la hora de encontrar el cadáver de Manuel.
"Mi padre estuvo 48 horas muerto en un baño del Hospital Vall d'Hebron y nadie asume responsabilidades. Es desolador, la muerte le podrÃa haber llegado en cualquier otro sitio. Pero murió dentro de un lavabo sin que nadie se percatase de que ese baño llevaba dos dÃas cerrado. Entiendo que no se derivarán responsabilidades penales del asunto, pero vamos a examinar si se puede pedir la responsabilidad civil por la colección de errores que, bajo mi punto de vista, se cometieron", asegura.
Sucesión de los hechos
Manuel era diabético y le programaron una analÃtica a la una de la tarde, por lo cual ese dÃa estuvo cinco horas sin probar bocado. Javier Mourin asegura que "hemos hablado con la enfermera y salió bien, sin estar mareado. A continuación deberÃa haber ido a la parada del autobús para coger un vehÃculo que le llevase cuatro paradas hasta el Metro, que finalmente le habrÃa cercado hasta su casa del barrio del Carmelo".
Hospital Vall d'Hebron.
"Ese dÃa mi hermano fue a comer a las dos y media de la tarde con mi madre y se extrañaron porque mi padre tardaba. Pasados unos minutos, sobre las tres , comenzaron a llamar a hospitales, guardia urbana, Mossos, ambulancias, etcétera. Pero a nadie sabÃa nada de mi padre", no explica.
"Mi padre, continúa, tomaba Sintrom para el corazón, pero estaba estupendamente de la cabeza a sus 89 años. Eso sÃ, tenÃa algunos problemas de movilidad y le habÃan dado dos bajadas graves de azúcar que le desorientaron por unos minutos".
Investigación
Javier nos cuenta que una trabajadora del Vall d'Hebron llamó a su madre para asegurarle que mañana martes 13 se abrirá una investigación sobre la presencia del cadáver de Manuel Mourin en el recinto hospitalario: "Me pregunto cómo es posible que unos baños de un hospital estén dos dÃas sin limpiarse en plena crisis sanitaria y por qué no hay un protocolo que asegure que nadie se quede en los lavabos".
Javier, que cree que los Mossos d'Esquadra no estuvieron a la altura de las circunstancias porque simplemente 'colgaron' un cartel con el nombre de su padre, cree que su progenitor pudo caerse al suelo por un problema derivado de su diabetes.
"PodÃan haber puesto una bomba en el baño y en 48 horas nadie se hubiera dado cuenta. El Vall d'Hebron es un hospital de referencia mundial y no me explico cómo se pudo dar semejante caso. En la familia estamos tremendamente abatidos".
"Si a mi padre lo hubiera atropellado un coche estarÃamos igual de tristes y queremos pensar que el hombre no sufrió. Pero no entiendo por qué tardaron tanto en mirarse las cámaras de seguridad, no entiendo porque le pusieron la analÃtica a la una de la tarde, no entiendo que estuvieran dos dÃas sin limpiar un baño (y la responsabilidad no es de la persona de la limpieza), no entiendo la actitud de los Mossos y no entiendo porque no hay unos protocolos para evitar estas situaciones".
Fallos
JoaquÃn Amills, presidente SOS Desparecidos, explica a Elcierredigital.com que "una vez más queda patente en este tipo de desapariciones de personas vulnerables en casco urbano están fallando los protocolos".
"El caso de Manuel Mourin es 'de manual': era un señor de 89 años y con necesidad de medicación. Rara vez una situación con estas caracterÃsticas acaba resultando una desaparición voluntaria. Lo que no entiendo es porque los Mossos no actuaron de inmediato y porque ha habido tal cadena de errores en el Hospital Vall d'Hebron", asegura.
"A los ancianos en los cascos urbanos no los encontramos o los encontramos muertos", asegura Amills. Y estas situaciones ha llevado a SOS Desaparecidos a comenzar a trabajar junto a varios técnicos en la elaboración de un manual que sirva para buscar a las personas más vulnerables.