El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la pena de 112 años y medio de prisión, impuesta por la Audiencia de Valladolid, a un padre que violó en repetidas ocasiones a dos de sus hijas, ambas menores de edad y las dejó embarazadas a ambas.

Además de violar a sus hijas, el acusado también maltrataba a su pareja de manera habitual y a otro hijo de ambos, delitos por los que también ha sido condenado.

La sentencia del Alto Tribunal desestima el recurso presentado por la defensa del acusado y ratifica su condena por ocho delitos de agresión sexual sobre sus hijas, de 15 y 16 años cuando ocurrieron los hechos, tres de maltrato habitual y dos de maltrato.


El acusado residía en la localidad pucelana de Villafranca de Duero.

El condenado, Petrica C., era vecino de Villafranca de Duero (Valladolid) y cometió la violaciones entre 2015 y 2017. Cuando se confirmó que sus hijas estaban embarazadas, ambas abortaron tras presentar una denuncia el 15 de junio de 2017.

La primera violación se produjo en 2015 y la víctima fue su hija de 15 años, a la que Petrica C. violó y propinó golpes en una nave de la localidad de San Clemente, en Cuenca. Después la amenazó con que si contaba lo ocurrido, la mataría. Desde entonces, las violaciones a sus dos hijas fueron constantes allá donde se encontraran hasta la primavera de 2017.

Este padre no solo violaba a sus hijas, además lo hacía con mucha violencia, golpeándolas y amenazándolas, y no dudaba en inventar viajes 'innecesarios' para que sus hijas le acompañaran y pudiera violarlas sin ser descubierto.