La formación de ultraderecha Vox, liderada por Santiago Abascal, en su programa electoral, presentado el 7 de octubre de 2018, plantea 100 medidas que considera apremiantes para España. Estructurado en 10 apartados que, van desde la unidad del país y la inmigración, a la salud, la educación y la vida familiar.  12 de estas medidas  afectan directamente a las mujeres, que son el 52% de la población del país.

Pero, ¿ qué es Vox? Es un partido anclado en la defensa de la familia tradicional heterosexual, que le asigna a la mujer el papel de madre. Contrario a la liberación femenina e igualdad de sexos, que ve en el feminismo un enemigo a atacar por lo que de manera global representa. Con un negativismo a lacra de la violencia de género, que lejos de reconocer, niega.

Javier Ortega-Smith, uno de los líderes de Vox más combativos contra algunos derechos actuales de las mujeres. 

Estas son sus controvertidas medidas, que analiza elcirredigital.com:

Para algunos colectivos feministas, estas propuestas son especialmente peligrosas, "ya que dejaría desamparadas, jurídicamente, a aquellas mujeres que sean víctimas de violencia de género. Además, la supresión de asociaciones y organismos feministas, destinados a ayudar legal, psicológica y económicamente, supondría el abandono por parte de la sociedad de las víctimas (mujeres y niños). La obligatoriedad sin excepciones a la custodia compartida, negando el hecho de la violencia de género, implicaría que  tendrían que seguir manteniendo contacto con su exmarido y exponiendo a sus hijos a situaciones traumáticas e, incluso, peligrosas".

Otras propuestas conflictivas

La diputada de Vox, Alicia Rubio,  quien dijo que "el feminismo es cáncer y coser botones empodera".

Para muchos colectivos, "en relación con las conquistas sociales de las mujeres, nos retrotrae hasta el año 1981, en la que recordemos, la mujer soltera se equiparaba al menor y no podía abandonar la casa sin el consentimiento paterno", señalan.

También afiman que "la mujer casada seguía la condición de su marido en cuanto a su nacionalidad y vecindad civil, y las mujeres, ya casadas, debían pedir permiso a su marido para poder trabajar, cobrar su salario, ejercer el comercio, abrir cuentas corrientes en bancos, sacar su pasaporte, el carné de conducir... El marido podía disponer de los bienes comunes sin su consentimiento, con la sola excepción de los inmuebles y establecimientos mercantiles. se reintrodujo la figura del divorcio. Unos años antes, a partir de 1978, el adulterio dejó de estar penado por el ordenamiento español para la mujer En el caso masculino, el delito de adulterio no se recogía, sino el de amancebamiento y la pena era simbólica. Derechos que hoy Vox pretende arrebatarnos", reafirman.