En el año 2013, el inglés David Todd acabó en prisión debido a un error judicial porque tras una reyerta en Magaluf había agredido a un portero de una discoteca. El mismo Todd recibió multitud de golpes y acabó en el suelo. Solo recordaba que había sido detenido.

El guarda, en una rueda de reconocimiento, le culpó de haberle dado una paliza causándole la pérdida de un ojo. Fue enviado a la cárcel de Palma y después a una de Inglaterra.

Todd tuvo que pagarle 65.000 libras de multa, lo que provocó que su padre tuviera que pedir un préstamo. Tras salir de la cárcel, Todd hizo una entrevista y lanzó un mensaje para el portero: “te equivocaste y arruinaste mi vida. No se si podré perdonarte”.