Debido al panorama creado por la pandemia del coronavirus no es raro que la gente busque alternativas a un año malísimo de muertes y confinamiento. Fuentes policiales expertas en este tema han explicado que esas microsectas no son una opción más libre que lo que estamos viviendo aquí fuera, a pesar de tener que llevar mascarilla y cumplir ciertas restricciones. “Si lo que venden estos grupos es seguridad y equilibrio, un momento de incertidumbre como es una crisis mundial es un claro elemento favorecedor”, ha expresado una experta de la Policía Nacional, y a pesar de que asegura que han recibido más alertas por la creación de estos grupos, todavía no se atreve a cuantificar el fenómeno.

Los complicados momentos de incertidumbre que hemos pasado este año pueden impulsarnos a hacernos preguntas e intentar encontrar las respuestas. Muchas personas lo han llevado a cabo en las redes sociales, donde cada vez hay grupos más numerosos de gente que presentan la versión alternativa de la pandemia. En algunos de estos grupos, se sigue un comportamiento algo sectáreo, donde la gente se trata como en una hermandad y se otorgan más confianza que la mostrada a otras personas a quienes conocen de más tiempo o que son más expertas en la materia. Pero esto no puede compararse con las consecuencias de entrar en una secta y los peligros que conlleva.

Lluís Paradell, inspector de los Mossos d´Esquadra, advierte sobre el fenómeno: “La pandemia nos ha hecho pasar muchas más horas ante una pantalla y debemos observar con espíritu crítico ciertas promesas de milagros contra nuestro malestar. En épocas de vulnerabilidad como esta crece la actividad de estos grupos”.

Reunión microsecta en España.

Solo en 2020, el cuerpo abrió 24 investigaciones relacionadas con estos grupos. En los dos años anteriores, 39 en total. Paradell ha manifestado que “Coincidimos con los estudiosos más académicos que dicen que son los temas de salud y de crecimiento personal los que más atraen hacia los grupos de manipulación psicológica en los últimos años, de manera que la pandemia es un elemento peligroso”. 

Expertos en la materia calculan que en España hay cerca de 200 microsectas aunque sus características han cambiado con respecto a las conocidas.

El cambio de las microsectas

“Las sectas a la vieja usanza, con una denominación, un ideario, un procedimiento, son minoritarias. No queremos hablar de sectas sino de grupos coercitivos. Hace diez o doce años te captaban con un cartel, en una conferencia, pero ahora es a través de Youtube o Instagram, y no hace falta ni siquiera que el gurú esté en España. Algunos captan adeptos en Lleida, Lugo o Londres desde América Latina”, explica Juantxo Domínguez, presidente RedUNE (Prevención del Abuso de Debilitad y Derivas Sectarias).

Además las redes sociales, con la existencia de grupos cerrados en Facebook o Telegram, donde no se pueden desmentir los bulos y en los que es muy sencillo hablar abiertamente sobre realidades paralelas, ayudan a que muchas personas se crean una historia de ciencia-ficción antes de que asuman lo que realmente nos ha pasado este año. Esperemos que con el paso del tiempo la locura del confinamiento vaya terminando y la gente se de cuenta del problema que puede suponer para sus vidas meterse en grupos de este tipo.