Dos de los principales sindicatos de nuestro país, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), que acumulan un 70% de la representación sindical de la Correos, han denunciado la situación de esta empresa a causa de la pandemia de Covid-19. De acuerdo con los datos de estas entidades, en las últimas cuatro semanas se han detectado entre los trabajadores del servicio postal y de paquetería español “tantos casos como en los cinco meses anteriores”. En concreto, estas agrupaciones hablan de “más de 1.000 casos positivos y 4.160 casos de cuarentena por contacto”.

La situación, que califican como “extremadamente grave” tiene, según el criterio de estos sindicatos, un causante principal. Ambas organizaciones apuntan al presidente de Correos, Juan Manuel Serrano: “Su estilo personalista, que le ha llevado a tomar decisiones contra el criterio de los profesionales de Correos, priorizando el negocio a la salud, ya pusieron en riesgo la salud y la vida de los más de 50.000 trabajadores/as en la primera oleada de contagios de marzo, colocando a la plantilla de Correos como el segundo colectivo en COVID-19 tras el sanitario”, recuerdan.

Tanto UGT como CCOO acusan a Serrano de intentar “salvar su imagen personal mediante campañas publicitarias masivas” en las que gastaría “partidas millonarias”, quedando la salud de los trabajadores, según lamentan, en un segundo plano. La actividad del presidente, según defienden, contrasta “con la contundencia de los datos de contagio en el último mes”.

Estos sindicatos consideran que “las medidas y protocolos preventivos actuales son claramente insuficientes y carentes de eficacia a la hora de evitar los contagios” y reivindican que existe una “estrategia de intencionada ocultación y manipulación de datos que viene practicando la compañía, a instrucciones de su presidente para acallar las voces críticas de CCOO y UGT”.

Además, añaden que “las irresponsables decisiones de Serrano” obligan a los trabajadores de la empresa “a hacer equilibrios imposibles, colocando la marca de Correos en los peores momentos de su historia, y poniendo en peligro la salud de los trabajadores/as, algo que no está ocurriendo en ninguna otra empresa pública”. Por todo ello, estos sindicatos no desechan la posibilidad de recurrir a la vía judicial, en cuyo caso interpondrían una demanda por “ocultamiento de datos, irresponsabilidad en la gestión pública y daños graves a la plantilla”.

Trabajador de Correos con mascarilla.

En cualquier caso, cabe recordar que elcierredigital.com ya informó en marzo de los problemas de Serrano al frente de Correos, puesto que entonces algunos sindicatos ya mostraron un notable descontento con su liderazgo, hasta el punto de que pidieron su dimisión cuando se constató un importante aumento en el número de trabajadores contagiados y, asimismo, se conoció el fallecimiento de una cartera.

Las agrupaciones denunciantes afirman que en mayo ya dieron parte de que Correos estaba llevando a término una vuelta al trabajo “precipitada” y que en muchos centros no se ofrecían garantías para asegurar la distancia social, puesto que en ocasiones en su interior “se produce un peligroso hacinamiento que es caldo de cultivo para contagios y rebrotes para trabajadores/as y ciudadanos/as”.

En este sentido, UGT y CCOO defienden haber propuesto medidas alternativas a las que están en marcha, como la realización de pruebas PCR, la toma de temperatura o la racionalización de la actividad con el objetivo de que “se eviten los hacinamientos”. En el caso de esta última disposición, estos sindicatos afirman que Correos no les ha respondido “a pesar de la gravedad de la situación y de seguir acumulando contagios de una forma galopante”.

Teniendo en cuenta todo esto, ambos sindicatos sostienen que, si no cambia la situación actual en lo referido a medidas y protocolos, probablemente los contagios continuarán aumentando, un hecho que califican como una “gravísima irresponsabilidad”, en tanto que “se está poniendo en peligro la salud y la vida de más de 50.000 trabajadores/as y de sus familias”. Del mismo modo, consideran que existe un peligro de contagio para los ciudadanos con los que los trabajadores de esta empresa pública postal interactúan a diario.