La estrategia que quiere seguir el candidato de CIudadanos en Cataluña, es un modelo completamente distinto al que se promulga en Madrid. Los números son tozudos y la trayectoria del partido progresista (que ahora se define como liberal y de centro derecha), parece haber cambiado de rumbo.

Si las encuestas no fallan y se sigue la tendencia del voto nacional, el partido forjado por Albert Rivera sufrirá un gran varapalo en las elecciones catalanas. El territorio que vio nacer al partido, y dónde se hizo fuerte Inés Arrimadas, va a dar la espalda al partido por su inacción y falta de utilidad en la lucha contra el independentismo.

Pero aquí, lo que importa es gobernar. Y si la fórmula PSC–Ciudadanos tuviese la fuerza necesaria, Carrizosa se muestra partidario de alcanzarla. Parece que Ciudadanos dejará a un lado durante un par de semanas las críticas al gobierno socialista a nivel nacional. La alianza del centro derecha para derrotar al nacionalismo independentista en Cataluña no será relevante según las encuestas.