Ya se sabe que los medios de comunicación promueven en campaña electoral la celebración de debates que permitan conocer los puntos fuertes y débiles de los políticos. Esto beneficia que la campaña sea dinámica y que los candidatos tengan visibilidad.

En esta ocasión los perfiles más destacados han sido los de los partidos secesionistas por excelencia y el PSC. Todos van a por Illa, el candidato socialista, porque su posible votante interesa a ambos lados. En el lado constitucionalista, Carrizosa (Cs) se empeñaba en llevar a Illa a su terreno. Si bien critica su gestión ministerial, se “tira en sus brazos” con tal de formar gobierno.

Sin embargo, desde Madrid, la campaña de la líder nacional Inés Arrimadas sigue criticando la mala gestión por el COVID de Pedro Sánchez y fomenta los gobiernos autonómicos de PP–Cs.

Miembros de su partido empiezan a estar molestos con la estela continuista que llevó a Rivera al batacazo electoral y exigen mayor apertura y que el pacto con los socialistas pueda lograrse y así funcionar en Cataluña.