Desde que tomó la alternativa en el año 2011 en Tobarra, el diestro asegura no haber tenido un trato justo, puesto que es el único torero de Albacete que no ha tenido la oportunidad de torear en su tierra.

Por ello, este año Marín decidió dar voz a su situación poniendo en riesgo su salud física. Así, se plantó en la puerta de la plaza de toros para llevar a cabo una huelga de hambre indefinida, que ha terminado a los diez días tras haber podido llegar a un acuerdo con la empresa encargada, La Taurina Manchega 2 y el Ayuntamiento de Albacete.

Así lo ha hecho saber en un comunicado y lo ha confirmado para este periódico. “Llevo luchando desde niño para ser matador de toros en Albacete”, comenta el diestro Pedro Marín a este periódico. De esta manera, el torero podrá cumplir su sueño, aunque tendrá que esperar hasta el año 2020.

Únicamente se ha alimentado de suero y agua

Las negociaciones con los diferentes actores han sido duras, y mucho más considerando mi deterioro físico y mental, pero a pesar de todo la Tauromaquia como escuela de valores ha intervenido como un extraordinario mediador”, señala el comunicado y añade que “la empresa me ha prometido una buena preparación para la próxima temporada consistente en vacas y algún toro en el campo y anunciarme en la feria de 2020, en caso de que sigan al frente de la gestión de la plaza.

Su estado de salud se ha visto resentido en estos últimos días: “he tenido que volver al médico, me dieron como convulsiones en las piernas y notaba mucha presión en los riñones. Ahora se está recuperando poco a poco y su mayor ilusión es comenzar a entrenar cuanto antes para poder torear en la Feria Taurina de Albacete.

Aunque todavía tenga que esperar otro año para pisar este ruedo, Marín ve de forma positiva el acuerdo logrado y gran parte de ello viene por el apoyo que ha recibido de los vecinos albacetenses. “Albacete se ha volcado conmigo, incluso la gente a la que no le gustan los toros. Esto me ha hecho ver que no estamos tan solos como creemos”, concluye el torero.