La empresa estadounidense US Real State Investment es la nueva propietaria del CF Reus. Una vez firmado el acuerdo con la compañía cuya residencia está en Miami, Joan Oliver y su grupo financiero salen del accionariado del club, en el que se encuentran también el expresidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y el exdirectivo del mismo equipo, Rafa Yuste. La operación se llevó a cabo en la madrugada del lunes.

Real State Investment se hará cargo de la deuda del club, declarada en cinco millones de euros, y además se invertirá en la ampliación de capital que permita mejorar el límite salarial de la entidad y así poder inscribir jugadores y de paso reforzar la plantilla en este mercado invernal (finaliza el 31 a las 00:00), siempre y cuando llegue a un entendimiento con LaLiga.

Russel Platt y Clifton Onolfo son los dos propietarios de la empresa. El primero es el presidente de la empresa y el segundo el vicepresidente. El grupo tiene instalada su sede central en Miami Beach y tienen pensado un proyecto de reforma del Camp Nou del Reus, en el que pretenden construir al lado un centro comercial, justo en el polígono Agro Reus, como así señala el medio diaridetarragona.com.

Russel Platt y Clifton Onolfo | diaridetarragona.com

La compañía norteamericana tiene a sus espaldas experiencia en construcción de hoteles, viviendas y centros comerciales. De ahí que la zona del Camp de Tarragona resulte tan atractiva para el grupo.

Joan Oliver deja la administración

Tras vender todas sus acciones, Joan Oliver deja de ser el máximo accionista del Reus. El empresario cierra una etapa que empezó allá por 2013 en el que ha conseguido un ascenso a Segunda División en 2016.

La grave crisis a nivel financiera e institucional en la que ha estado imbuido el Reus en los últimos meses ha provocado una salida, en la que ha dejado un rastro de impagos a empleados, futbol base y cuerpo técnico durante cuatro meses y medio.

Convencer a LaLiga

Los nuevos dueños de la entidad rojinegra tratarán de convencer a LaLiga para que el club no sufra un descenso administrativo y puedan jugar los encuentros aplazados ante Las Palmas y Albacete, suspendidos por el organismo liguero.

El grupo va a poner el día al Reus pagando su deuda de más de cinco millones de euros, algo que puede abrir las puertas a una solución positiva de cara al futuro inmediato del club.