Nuevo giro en el caso Dani Alves, el exjugador del Fútbol Club Barcelona ha vuelto a cambiar su declaración sobre los hechos por los que se le acusa de presunta "violación". Esta vez, el brasileño ha intentado convencer el pasado lunes a la jueza de que lo ocurrido en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona no fue una violación, sino una relación sexual consentida entre adultos.

Alves ha comparecido, por segunda vez, y esta vez por iniciativa propia, ante la magistrada que le investiga por agresión sexual. En una declaración de apenas media hora, en la que ha contestado a todas las partes, el jugador ha reconocido por primera vez que hubo penetración, pero ha insistido en que la relación fue consentida y en que había “tensión sexual” e interés mutuo entre él y la joven de 23 años que denunció la violación.

Su primera declaración le condujo a prisión, ya que empezó negando cualquier relación sexual con la chica y acabó reconociendo que habían tenido sexo oral, pero siempre consentido. Alves ha tratado de enmendar este lunes con su nuevo abogado, Cristóbal Martell, aquel error de estrategia. El futbolista ha explicado que no se ratifica en aquella declaración porque estaba “obsesionado” con que su esposa se enterara de la infidelidad y ha contado con detalle lo que, siempre según su versión, ocurrió en el interior del baño.

Según su declaración, la chica le bajó voluntariamente los pantalones mientras él se sentaba en la taza del lavabo y le practicó una felación. Después, la joven, de 23 años, se sentó de espaldas a él, y tuvieron sexo sin preservativo. Después, él la sostuvo por las caderas, la elevó y eyaculó fuera. 

Dani Alves durante la gala del balón de oro. Twitter

Alves también ha afirmado que, al salir de la discoteca, no la vio, aunque las imágenes de las cámaras muestran a la víctima llorando en la puerta y cómo el jugador pasó de largo. Para el futbolista, fue un acto libre y voluntario y afirma que en ningún momento ella le dijo que no quisiera mantener relaciones. Sobre cómo explicaría la razón de la denuncia, Alves ha planteado la posibilidad de que ella se pudo “ofender o enfadar” porque no fue “atento ni afectuoso” con ella tras la relación sexual.

Alves ha verbalizado este lunes lo que su defensa ya sugirió el pasado febrero ante la Audiencia de Barcelona, cuando intentaba obtener la libertad provisional para su cliente. Es decir, que la relación fue consentida. Sin embargo, los magistrados se negaron a la petición porque entendieron que existe un elevado riesgo de que el jugador, de nacionalidad brasileña y con importantes recursos económicos, se dé a la fuga.

De qué se acusa a Dani Alves

Como ya informó elcierredigital.com, el 20 de enero el futbolista brasileño Dani Alves ingresaba en prisión acusado de abusar sexualmente de una joven, que había denunciado al exjugador del Barcelona por haber sido presuntamente violada. La joven de 23 años explicó detalladamente cómo "la noche del 30 de diciembre había conocido al futbolista por casualidad en la discoteca Sutton de Barcelona y que este la invitó a estar en el área Vip, siguiéndola después hasta uno de los baños donde la violó con penetración, obligándola a realizarle una felación y la abofeteó con violencia".

Dani Alves con la selección brasileña. Twitter

Desde un primer momento los Mossos D´Esquadra dieron total credibilidad al relato de los hechos prestados por la mujer y sustentados con pruebas, además del resultado del examen forense que le fue practicado a la denunciante en el hospital. Los agentes citaron a Dani Alves, que se presentó voluntariamente tras la citación para ser oído en declaración como presunto autor de un delito de agresión sexual. A continuación fue detenido.

El 20 de enero el futbolista ingresó en prisión sin fianza, tanto por el elevado riesgo de fuga como por la posibilidad de sustraerse a la acción de la justicia, teniendo en cuenta su capacidad económica, su residencia en el extranjero y su doble nacionalidad, española y brasileña.