18 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

A los incidentes en el país galo, se suma la batalla campal entre los radicales del Osasuna y el Betis que habían organizado una quedada para pegarse

Los ultras contra todo el estrato del fútbol: Los fans del Marsella agreden al técnico del Lyon

El entrenador del Lyon, Fabio Grosso, tras su agresión por los ultras del Marsella.
El entrenador del Lyon, Fabio Grosso, tras su agresión por los ultras del Marsella. / Portada del diario 'L'Équipe'.
Lo ocurrido en Marsella este domingo constituye hechos muy graves. Los radicales del Marsella apedrearon a la comitiva del Lyon y uno de los proyectiles alcanzó al técnico del equipo de Ródano, provocándole una brecha de 13 puntos de sutura. Horas antes, una pelea en la antesala del Real Betis y Osasuna dejaban imágenes dantescas con una decena de encapuchados golpeando a otro en el suelo inmóvil. Unos episodios que vuelven a situar la violencia de los ultras bajo el amparo del fútbol.

Una lacra que debería estar extinta pero que no desaparece en el deporte, y especialmente en el fútbol, que nada tiene que ver con las violentas actuaciones y los lamentables episodios que protagonizan los ultras

Por desgracia, tanto España como Francia han tenido que vivir un nuevo episodio de lamentables comportamientos de los ultras que escoden su rostro bajo capuchas y pañuelos. Unas actitudes propias de salvajes que utilizan el deporte como pretexto. 

Francia vuelve a estar en el ojo del huracán

El Olympique de Lyon viajaba hasta Marsella para medirse a su eterno rival, sin embargo, los futbolistas no llegaron a saltar al césped del Vélodrome.  

El encuentro debería haber comenzado a las 20:45, pero los graves altercados en la previa obligaron a suspenderlo. La violencia se desató a la llegada del autobús que transportaba a la delegación del Lyon y a los 600 hinchas desplazados. 

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Uno de los autobuses destrozados por radicales marselleses. 

Los radicales del Marsella lanzaron todo tipo de objetos al vehículo, destrozando los cristales del mismo y alcanzando al técnico del Lyon, Fabio Grosso. Las imágenes del entrenador italiano llegando al Vélodrome con la cara ensangrentada sonrojan al país galo.

Fabio Grosso fue atendido dentro del estadio, durante de más de media hora, y recibió 12 puntos de sutura encima del ojo izquierdo después de ser alcanzado por un bote de cerveza. A pesar de la atención médica recibida, los servicios médicos decidieron trasladarle al hospital para descartar cualquier otro daño. 

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Fabio Grosso llegando al Vélodrome con un aparatoso vendaje. 

El partido no se había suspendido en ese momento, es más, el cordón policial había logrado que los aficionados del Ródano entrasen al feudo del Marsella con relativo control. Una vez dentro del estadio, se volvieron a vivir momentos de gran tensión. 

L'Équipe, el prestigioso diario galo, recoge que los radicales del Lyon realizaron gestos de mono, saludos nazis y mostraron sus pasaportes, dando a entender su origen francés y atacando a la multiculturalidad de una ciudad portuaria como Marsella. Al mismo tiempo, la cabecera francesa remarca la pertenencia de dichos radicales al Mezza Lyon, un grupo ultra con ideología fascista y movimientos de extrema derecha. "Asco y vergüenza" titulaba L'Équipe

Tras más de una hora de reunión y con la negativa de los futbolistas del Lyon a salir a calentar al terreno de juego, la prefectura de Marsella y la Comisión de la LFP, Ligue de Football Professionnel, decretaron la suspensión del encuentro al no poder garantizar la seguridad del mismo

Este mismo lunes, el ministro de Interior Francés, Gérald Darmanin, ha concedido una entrevista a BFMTV donde ha asegurado la detención de nueve individuos relacionados con el ataque al autobús del Lyon. 

El ministro justifica que no hubo error en el dispositivo de seguridad, donde se movilizaron 500 policías y gendarmes, de los que nueve resultaron heridos, y que lo ocurrido "es responsabilidad de los aficionados y de los clubes". Además ha reprochado y condenado todos los actos realizados en el día, sosteniendo que "todos los autores de estas acciones inadmisibles tiene que ser fuertemente sancionados".

Por desgracia no es el primer capítulo de esta serie en el fútbol galo, en los últimos años se está convirtiendo en algo ya habitual. Las distintas instituciones han demostrado su incapacidad para solucionar el problema, algo que no resulta tranquilizador teniendo en cuenta que el próximo verano Francia acogerá los Juegos Olímpicos

Marsella vive sumida una crisis futbolística e institucional. Hay que recordar que hace apenas un par de meses Marcelino García Toral se veía forzado a dejar el club después de las amenazas recibidas por parte de los radicales del Marsella, que también amenazaron de muerte a presidente Pablo Longoria.

Comunicado del presidente de la FIFA.

El presidente del máximo organismo del fútbol mundial, Gianni Infantino, rechazaba las acciones a través de su redes sociales y un comunicado: “No hay absolutamente ningún lugar para la violencia en el fútbol, dentro o fuera del campo. Acontecimientos como los que ocurrieron en Marsella antes del partido de la Ligue 1 entre el Olympique de Marseille y el Olympique Lyonnais no tienen cabida en nuestro deporte ni en nuestra sociedad, y pido a las autoridades competentes que garanticen que se toman las medidas adecuadas. Sin excepción, en el fútbol, todos los jugadores, entrenadores y aficionados deben estar seguros para disfrutar de nuestro deporte”.

Sevilla, otro foco de violencia ultra

El mismo domingo en que se producían estos incidentes al sur de Francia, se producían incidentes similares en la capital hispalense. A las 14:00 horas se celebraba un Real Betis - Osasuna en el Benito Villamarín. 

Hay recordar que hace un mes radicales del conjunto navarro ya protagonizaron otra reyerta con los ultras del Sevilla. Unos actos que se saldaron con dos detenidos por portar explosivos y objetos punzantes según recoge el ABC

Según diversas fuentes, los dos bandos se habrían citado cerca de las 9:30 de la mañana en la calle Reina Mercedes, en las inmediaciones del estadio verdiblanco. El diario ABC recogía que ambos grupos se presentarían armados con palos botellas y material pirotécnico. 

Las imágenes grabados por los vecinos muestran a una decena de encapuchados aporreando y golpeando a otro tendido en el suelo que no se mueve. El propio ABC relata que agentes de la unidad de antidisturbios de la Policía Nacional lograban retener a un centenar de ultras en las inmediaciones donde había sucedido la paliza.

Todavía no hay información sobre el estado de salud del herido y tampoco si los cuerpos de seguridad han logrado identificar y detener a los agresores. En definitiva, un fin de semana de fútbol manchado por escenas surrealistas e incívicas por parte de unas minorías que el deporte sigue acogiendo bajo sus colores y estadios. 

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