26 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

La periodista alicantina afirma a elcierredigital.com que "viví el Caso Alcásser como estudiante de periodismo y me avergonzó la profesión"

Elena Merino sobre el 'true crime' del 'Pescaíto': "Ana Julia Quezada debe respetar su memoria"

El Cierre Digital en Elena Merino/Fotografía: Estudio Cero fotografía.
Elena Merino/Fotografía: Estudio Cero fotografía.
La periodista alicantina Elena Merino se ha consagrado, después de casi tres décadas, como un referente en el género del periodismo de sucesos o 'true crime'. Primero, con el programa 'El jardín de los horrores' y ahora con 'Elena en el país de los horrores'. Precisamente, en este podcast aborda algunos de los episodios que han marcado la crónica negra nacional. Y sobre ellos y el boom del 'true crimen' hemos charlado con ella en elcierredigital.com.

La periodista alicantina Elena Merino, en conversación con elcierredigital.com, defiende que "esta profesión es vocacional". Esta pasión es la que que la ha llevado a que, después de casi tres décadas de desempeño profesional, la comunicadora se haya consagrado como una de las referentes en el género del periodismo de sucesos o true crime. Un género que está hoy en auge a raíz de la alta oferta de programas o libros que tratan de los episodios más mediáticos de la crónica negra nacional. 

Comenzó en este ámbito cuando, al finalizar sus estudios, se dio cuenta de que no existía un programa con contenido que le llamara la atención. Y así nació su primer proyecto 'El Jardín de los Horrores'. Varias décadas después continúa con el podcast 'Elena en el País de los Horrores'. 

Precisamente, este pasado sábado Elena grabó un episodio especial, en vivo, en el Palacio de la Prensa de Madrid. Un episodio que trató en profundidad el Caso Asunta, que ha vuelto a la escena pública tras el estreno de la serie de Netflix. Con la comunicadora alicantina hemos charlado sobre el género del true crime y sobre algunos de los episodios que forman parte de la crónica negra nacional. 

- Lleva casi 30 años en el género del 'true crime', primero con el Jardín de los Horrores y ahora con Elena en el Jardín de los Horrores, ¿por qué decide dar el paso y crear este tipo de contenido?

- Yo estudié periodismo de manera absolutamente vocacional. Decidí ser periodista con tan solo seis años y, por aquel entonces, ya hacía periódicos con lo que había en mi casa. Además, pertenezco a la generación que creció con dos cadenas y mi padre ponía mucho cine negro, donde el periodista aparecía con el detective, y me enamoró el periodismo de sucesos. Aunque he trabajado muchos tipos de periodismo, cuando terminé la carrera el periodismo de sucesos se ejercía en Madrid, en periódicos muy grandes. Yo soy de provincias y tenía muchas ganas de trabajar, así que empecé a trabajar donde me salía…Fue entonces cuando dije: “voy a hacer lo que a mí me gusta, aunque sea gratis”. 

Entonces estaban las radios que a nosotros nos gustaba llamarlas ilegales, una palabra que nos inventamos para justificarnos. Así nació el Jardín de los Horrores, nos pareció muy buen nombre para lo que íbamos a hacer en el programa, que era hablar de asesinos. Lo fuimos moviendo por distintas emisoras porque todavía no existía el concepto de Podcast. Tras colaborar durante un tiempo con Onda Cero Alicante, en una sección de crímenes, aquello me dejaba con hambre y fue entonces cuando nació 'Elena en el País de los Horrores', es decir, un programa que no existía y que yo quería oír. El título me lo puso una muy buena amiga mía y recuerdo que cuando empezamos, la gente nos ponía verdes, nos criticaba…

- Generalmente las mujeres solemos mostrar más interés en el 'true crime' que los hombres ¿cree que es porque nosotras nos enfrentamos a un mayor riesgo que ellos?

- Es cierto que existe una investigación que sostiene eso y estoy de acuerdo. También tengo la sensación de que los mujeres somos más curiosas en cualquier faceta, ya que me da la sensación de que los hombres se rinden antes de descubrir el final de la historia si la historia no les afecta directamente. También cabe destacar que la mujer está presente en casi todas las carreras universitarias porque tiene un afán de aprender mayor. En este ámbito tenemos a una leyenda en el periodismo de sucesos, Margarita Landi, una figura absolutamente respetada por todos. 

Por otro lado me rebelo contra la perpetuación del papel de víctima de la mujer. Me da mucho coraje cuando veo en cine, sobre todo en ficción, el momento en el que el malo ataca a una mujer y ella se queda desvalida, arrinconada y tiene que venir alguien a salvarla porque seguramente ella esté en inferioridad de condiciones. También quiero dejar claro que no hay que generalizar, es decir, no todos los hombres son asesinos potenciales ni todas las mujeres son víctimas potenciales.

Elena Merino Las mujeres consumimos ms true crime porque sabemos que somos víctimas potenciales

Elena Merino/ Fotografía: Estudio Cero Fotografía.

- A lo largo de la historia ha habido muchos casos en los que las mujeres han sido autoras de crímenes muy sonados en la crónica nacional como El crimen de la Dulce Neus o el Exorcismo de Almansa…

- En mi opinión, la criminalidad femenina nunca se ha estudiado bien. Aunque encuentras literatura científica sobre criminalidad femenina, se podría descartar prácticamente toda porque tiene un sesgo de género brutal hacia el machismo. Creo que la clasificación que hay de asesinas está por revisar, y se hará pronto, porque hay muy buenas criminólogas en España pese a que el papel del criminólogo en España está ninguneado por parte de las instituciones. 

Yo, por ejemplo, mencioné en mi propio podcast la figura de la asesina inductora. En este país hay muchos ejemplos de mujeres criminales que convencieron a alguien para que matara en su lugar: la Dulce Neus, las parricidas de Patraix o Alicante, Rosa Peral, etc. Pero la figura que capitanea a todas ellas, aunque en la actualidad exista cierta polémica sobre su existencia, fue la Vampiresa del Raval. Una figura que tiene todos los elementos del ascenso en series, salvo la pulsión, porque cuando una mujer mata en serie, no asesina para responder a una pulsión sino por una necesidad sexual como pasa con muchos hombres.

La mujer es más utilitarista y pragmática, generalmente mata por lucro o para obtener algo. En el caso de la vampiresa, secuestraba niños, los explotaba sexualmente o para mendicidad y tras asesinarlos, los seguía explotando. Según la leyenda, ella elaboraba una manteca con las sustancias de los niños para vendérselo a las personalidades ricas y afirmaba que iba a curar sus enfermedades. 

- En la crónica negra nacional también hay muchos casos protagonizados por hombres. En tu opinión, ¿por qué asesinan?

- Depende del tipo de asesino. En el caso de los asesinos en serie, por una pulsión sexual, pero también pueden matar por lucro. Por ejemplo, los crímenes del mata ancianas de Santander, que fueron por una pulsión sexual. Es más, fue un periodista quien empezó a ver un patrón repetido y consiguió que se le realizara una autopsia a una de las ancianas, porque su hija afirmó que era imposible que su madre hubiera muerto de manera natural. 

- La muerte de Asunta Basterra ha vuelto a la actualidad tras el estreno de la serie en Netflix. Este caso aún tiene incógnitas sobre la causa de la muerte de la niña. En su opinión, ¿cuáles cree que son las claves de la muerte?

- No sé cuánto tiempo le hemos dedicado a este caso, horas y horas...Todo el mundo se vuelve loco e intenta encontrar una explicación más lógica. Te dicen: "la niña sabía algo y la eliminaron porque es testigo, etc..". Pero entonces, también se plantea: "¿por qué ayuda Rosario Porto?". Si nos apoyamos en el libro del historiador inglés Mark Guscin, una de las teorías con mayor viabilidad y más cercana a la verdad del caso es que Alfonso Basterra podría haber abusado de Asunta.

Escucha el podcast 'Elena en El país de los Horrores' en Movistar Home

Elena Merino.

Por ejemplo, cuando hicieron la primera inspección de la vivienda del padre para dar con una pista útil, todavía estando Asunta desaparecida y sin ser calificados como investigados los padres, dicen que en la habitación de la niña del apartamento del padre la pared y un pantalón estaban manchados con líquido seminal.

Yo creo que fuimos manipulados por parte de quienes estaban al frente del caso. Lo que se pretendió es que se creara un runrún social. En esta teoría también entran en juego las fotografías de Asunta vestida de cabaret. Yo soy de la opinión de que son unas instantáneas que no tienen nada de malo, no obstante, el runrún social que hemos mencionado es porque, según aporta Mark en su libro, la Guardia Civil encontró en el ordenador de Alfonso Basterra un perfil en Facebook con amistades de chicas con aspecto aniñado y muy maquilladas. 

Por otro lado, Basterra era cliente de un prostíbulo que estaba en la misma calle donde vivía su mujer y donde las chicas que trabajaban se vestían como niñas. Este dato se conoce porque una de las chicas que trabajaban allí acudió a la comisaría para contarlo y, además, añadió que una de sus favoritas tenía un aspecto especialmente aniñado. Lo que ocurre con este caso es que nos han enseñado 'flashazosde una historia sin completar y nos decían cómo teníamos que pensar. Es verdad que la opinión pública estuvo muy manipulada durante el caso de Asunta. 

- Uno de nuestros invitados a ‘La Llave del Cierre’ fue el escritor de novela negra Santiago Díaz, que publicó ‘Las otras niñas’, un libro sobre la figura de Antonio Anglés, protagonista del Caso Alcàsser. ¿Cómo vivió este crimen?

- Entonces era estudiante de periodismo. Me sentí muy avergonzada de la profesión porque recuerdo el circo que se montó y, es más, a raíz de lo que ocurrió hice mi tesis de fin de carrera sobre el nacimiento del reality show en España apoyándome en el Caso Alcásser. Es un caso del que vive mucha gente y me asquea que haya gente que se nutra, busque fama y cobre de ello, sobre todo de la mentira. Yo ahí no cargo tintas contra el profesional, pues seguramente muchos de ellos estuvieran asqueados.

Recuerdo el programa que se emitió desde Alcàsser, que estuvo capitaneado por Nieves Herrero, que la devastaron pero también todas las demás cadenas. Por ejemplo, en el documental de Netflix hay un aspecto que honra a Paco Lobatón y es reconocer que todos los ataques que se llevó Nieves se los merecían todos, pero también que lo estaba haciendo lo mejor que podían. Por aquel entonces habían nacido las televisiones privadas y estaban aprendiendo a competir y convivir de la mejor manera posible. No obstante, aquel caso supuso el cambio de norma, la aparición de nuevas leyes y, de hecho, hoy por hoy los periodistas merecemos aquella lección y arrastramos un poco aquellos fangos. 

- ¿Forma parte de ese grupo que cree que detrás del asesinato de las niñas hay figuras poderosas?

- Rematadamente no. Todo esto responde a una manipulación de la opinión pública y nace de una forma muy tonta, de una persona que tiene el cerebro conspiranoico y que, mediante un canal de Youtube, cuenta que hay una secta de todopoderosos que secuestra a niños. Yo he colaborado durante mucho tiempo con Juan Ignacio Blanco, el padre de esa conspiración, a quien yo tenía muchísimo cariño, era un gran periodista y a quien sigo defendiendo en muchos aspectos de su vida, pero lo suyo fue una huida hacia adelante porque a él también le era rentable. Cuando enfermó volvió a meterse muy de lleno en el tema porque le daba mucha vida y también había muchos satélites alrededor que le venían muy bien. 

- ¿Cree que Antonio Anglés, uno de los asesinos de las niñas, sigue con vida?

 - No tengo ni idea. Hay un libro que se llama 'El fugitivo', escrito por Genar Martí y Jorge Saucedo, en el que explican la fuga de Antonio Anglés. Posteriormente, en el documental que se realizó sobre la fuga, se cuenta el trabajo que se realizó en Dublin, las personas vinculadas al barco donde supuestamente viajó Anglés, quienes le pudieron ver... Conformaron las distintas hipótesis, es decir, qué hubiera pasado si estuviera muerto, dónde estaría su cadáver, cómo habría que descubrirlo, etc.

Tanto Martí como Saucedo, que son grandes periodistas, han conseguido que la jueza de Alzira reabra el caso de la fuga de Anglés porque las autoridades no hicieron absolutamente nada. No obstante, la familia de Antonio Anglés es bastante sospechosa a veces, e incluso te hace pensar que igual lo están protegiendo. De hecho, en el documental hay un momento bastante sospechoso que se da cuando Genar y Jorge llegan hasta Brasil y están hablando con su tía. De repente, recibe una llamada y ellos saben que esa llamada procede de Kelly, la hermana de Antonio Anglés, una mujer muy bien relacionada y muy inteligente. 

- Uno de los crímenes que más ha marcado a la sociedad es la muerte de Marta del Castillo, cuyo cadáver sigue sin hallarse. ¿Por qué cree que Miguel Carcaño ha ofrecido tantas versiones sobre el asesinato de Marta?

- Entiendo que si está ofreciendo distintas versiones, y siempre falsas, lo único que le aporta es una especie de juego psicopático. No me explico el hecho de no revelar el paradero del cuerpo de Marta aunque puede tener una explicación, es decir, proteger a alguien... ya que si aparece el cuerpo de Marta este puede señalar a otros implicados. Esto provoca un gasto continuo de recursos además de un gasto emocional, en primer lugar a la familia de la víctima y, posteriormente, a la sociedad, ya que este tipo de casos nos suele afectar en gran medida.

- Otro de los crímenes que ha saltado a la escena pública ha sido el del pequeño Gabriel Cruz, ¿qué opinión le merece la actitud de su madre, Patricia Ramírez, sobre su oposición para que se grabe una docuserie sobre el caso de su hijo?

-Me parece perfecto y respetable. Lo que debería de estar haciendo Ana Julia Quezada, que mató al pequeño, sería respetar la figura de Gabriel y a los padres del niño. Es más, se habló de que Ana Julia tenía la pretensión de realizar un documental con el fin de lavar su imagen. Un hecho muy complicado a nivel social. Esto es muy complicado porque todos tenemos nuestros derechos y hay que respetarlos.

Como periodista de sucesos, lo primero es tener en cuenta a las víctimas y, posteriormente, la investigación. Las víctimas de un crimen son víctimas toda la vida, es decir, Patricia denunciaba que no iba a permitir que se siguiera alimentado ese morbo sobre el caso de su hijo. En este caso hay que proteger a Patricia, la memoria de su hijo y la forma en la que ella quiera vivir su duelo

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