Tras dos años de pandemia, escondidos tras las mascarillas de colores o de cualquier tipo, con las distancias sociales y demás líos pandémicos…la Moda Española con mayúscula ha vuelto con mas fuerza que nunca. Desde las trincheras, con el corazón y la vista puestos en la verdadera esencia de la Moda, esa que trasciende incluso a la industria y a su perspectiva, la MODA ha vuelto, y para quedarse con más fuerza que nunca; la Moda, la “de verdad” es un reflejo de la sociedad en la que vive, un discurso con su existencia y una forma de revolucion ideológica. La Moda que persiste, la que escribe la historia de una civilización, incluso dentro de lo efímero de su existencia … esa moda es, como el arte, el fiel conductor de ideas, mensajes y estilos. La estética define tiempos, movimientos culturales, actualidad y construye diálogos con las personas, con un lenguaje maravilloso, el visual. Y así he visto este MBFWM, un fiel reflejo del glamour de movimientos ecosostenibles, del upcycling de lujo, de la nueva perspectiva estética de las personas, de esa muerte del género en su discurso tradicional… la mezcla de las barreras femeninas y masculinas clásicas, para construir SERES HUMANOS por encima de todo con una BELLEZA transgresora y nueva.

Fotografía: Pablo Pérez López

Fluida, esencial, belleza eterna que ha recuperado HELIOGÁBALO desde Roma volviendo a Madrid de la mano de Maison Mesa… que contó con Topacio Fresh o Eduardo Navarrete de modelos  de lujo, es una visión innovadora de  la nueva costura española, llena de reminiscencias a tejidos de los ochenta mezclados con nido de abeja en oro sobre canesú, como toda la vida, pero hoy, para ir donde quieras y fundamentalmente disfrutar de la vida… con lentejuelas estampadas de camuflaje militar, o una capa de patronaje clásico, muy Dior de los sesenta, que me dejo loca, en fucsia con verde vivo a combinación doble faz, para soñar con una alfombra roja constante en tu vida…como la que coreografía Dani Panullo tan bien. Mientras Malne, demostraba que la sensualidad elegante es lo suyo, junto a una sastrería de base brutal. Sus blazer con espaldas escotadas y fluidas, combinando la estática de hombreras con la fluidez del de la caída de espalda hasta donde pierde el nombre, es sencillamente espectacular. Pantalones palazzo en un profundo tono citrino gualda (un tono amarillo único) destacaban sobre la piel ébano de la modelo y combinaban de lujo con una camisola torera estampada espectacular… como poco.

Sus creaciones son ángeles volando fuerte sobre la pasarela, dejando su estela para un recuerdo vibrante. Ni que decir de Maria Lafuente, que abrió esta edición en el Espacio del Complejo El Águila, bajo la luz de una mañana de cielo raso, dando todo un recital de color y vida con tejidos cien por cien sostenibles, explosión de texturas, volúmenes alternados con piezas constructivistas, escotes y cortes, minifaldas y largos midi, y dos piezas de pantalón fluido con chaquetillas geniales para hombres y mujeres… al ritmo de Cindy Lauper sus verdes flúor, rosas chicle, naranjas “mecánicas”, blancos absolutos y algún negro que otro construyeron un discurso ecosostenible sin renunciar a la diversión y la vida… como terminó bailando la propia Maria con una Yolanda Font acompañada por su preciosa Micaela ( fotón del desfile sin duda), porque ella lo vale…. Y mientras nos sumergimos en la isla de Pedro del Hierro, donde Nacho Aguado y Alex Miralles, fieles aliados de la mítica frase del creador de la casa “Mis diseños serán siempre una forma de expresión que ayudarán a buscar las mejores cualidades de uno mismo», dijo el propio Pedro en una notable ocasión. Y así es: la presencia guest starring del actor de personalidad arrasadora y una belleza clásica que me encanta, Javier Rey, como imagen de la casa en esta ocasión, ha sido un gran acierto, como la puesta en escena embriagadora de una colección exquisita, clásicamente renovada, sutil, de algodones, nuevos tejidos texturizados y costumizados con detalles marinos, estrellas, caballitos de mar, florales estampados de un verano en Cadaqués, tierras suaves, jersey de nudo marinero abierto en blanco roto muy del norte de nuestras tierras, y un estilo que invita a disfrutar de un atardecer al borde del mar con la copa de Martini viendo los rojos y naranjas del cielo….

Fotografía: Pablo Pérez López

Ese mismo espejo donde se mira otro grande de la Historia de la Moda española; Andres Sarda. Un lujo que fundo hace sesenta años ya un visionario de la vida y el estilo, que llegó a hacer cola en la puerta del gobierno de Franco para lograr poder importar en aquellos difíciles años metros y metros de encaje. Porque cuando Andres Sardá empezó a construir el actual imperio de lencería, baño y ropa para esos momentos únicos de nuestras vidas… no se podía publicitar mujeres “ligeras” de ropa en ningún lado. Ni se podía enseñar muchas cosas, no… eran tiempos difíciles, momentos oscuros todavía de la Historia de España. Andres Sardá es hoy un dios del baño que no puedo perderme ni quiero. Sus prendas sexy, avant-garde siempre pero con una clase que se destila por cada milímetro de seda o encaje, es una firma española que pisa fuerte en mas de 500 puntos de toda Europa, para llenarnos de orgullo… porque si, la Moda Española ha sobrevivido a esta pandemia, y mas fuerte que nunca vuelve para darnos alegría, vida, futuro; y sobre todo para creer en nuestra industria artesana y textil, en nuestros zapateros… en los bolsos de toda una vida que se hacían en Pedreguer, Ubrique o Ciudad Real … en nuestros bordadores, tejedores, en todo lo que no debe morir, sino renacer con esa necesaria Agenda 2030 que es vital, para sostener y dar credibilidad a nuestra Historia. No hemos llegado hasta aquí para destruirla, sino para ensalzar nuestro bagaje y construir una industria boyante cuando mas se necesita. ¡¡GRACIAS!!