Los manifestantes  también se defendían contra lo que consideran el "acoso" y los "ataques" que dicen sufrir por parte del sector animalista y ecologista.

La marcha fue convocada por Alianza Rural, que agrupa entidades relacionadas con todas las actividades mencionadas relacionadas con el mundo rural y fue aprovechada para mostrar su apoyo al colectivo rural así como para hacer promesas electorales de cara a las próximas elecciones del 28 de abril.  

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y la candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, tras la pancarta

Las pancartas que predominaban entre los manifestantes eran las que hacían referencia a la caza y la pesca. Muchos se quejaban  de los "ataques" de animalistas y ecologistas que, "están haciendo mucho daño al mundo de la caza y de la pesca". Por todo ello, piden "razonar" a la sociedad de los entornos urbanos y adoptar "un punto de vista sensato" cuando se habla sobre si se prohíbe o no la caza.

Los asistentes defienden la caza como una “herramienta de gestión" para controlar poblaciones de animales como, por ejemplo, jabalíes. Este argumento es rebatido por los grupos de ecologistas y animalistas con la evidencia probada de que ese control es posible lograrlo  a través de esterilizaciones de los animales.

En la manifestación confluyeron sectores de muy diverso tipo, hasta trabajadores del circo con animales 

La caza es una actividad de la que viven miles de personas en las zonas rurales. Y según  el coordinador de la manifestación y socio fundador de Cazar en Abierto, Emilio Sanz Pastor, 10 millones de personas en total  viven en el campo y/o del campo.

Respecto a otras reivindicaciones, numerosos participantes hablaban del acuciante y serio problema de la despoblación, mientras que los representantes del sector circense, Circos Reunidos, - también presentes y mezclados entre los manifestantes-pedían poder trabajar con "libertad".