El cadáver de Lucía fue encontrado en la piscina de su finca Los Naranjos de Alahurín (Malagá) presentaba golpes en la cabeza, signos de ahogamiento y una puñalada en el cuello. Durante los últimos once años el caso pasó por cinco jueces distintos y ha registrado 24 tomos con cinco sospechosos, que salieron todos en libertad. La autopsia concluyó que su muerte fue violenta.

Desde entonces, su hermana, Rosa, ha liderado la lucha por sentar en el banquillo a los presuntos asesinos de su hermana: "No voy a tirar la toalla, aunque los que nos tienen que defender no lo hacen”. Manuel Alonso, expareja de Lucía, es uno de los principales sospechosos del caso. Rosa denunció ayer miércoles que se ha enfrentado estos años a una “organización criminal y una mafia policial”.

La AUGC ha participado junto con Rosa Garrido en el seguimiento del caso Lucía Garrido // AUGC

El último de los cinco jueces fue asignado al caso a comienzos de junio. La Asociación Unificada de la Guardia Civl (AUGC) denunció en la misma rueda de prensa la existencia de “numerosas irregularidades” y que la cuestión de Lucía es “un caso muy complejo de la historia criminal del país”. Desde la AUGC de Málaga añaden que "respetamos la presunción de inocencia, pero es sospechoso que en 2009 el hombre detenido estuviese relacionado con la muerte de dos colombianos que fueron a su casa (...). Un caso cuando menos extraño, por las irregularidades en la investigación policial, en la instrucción judicial y en las trabas encontradas por la AUGC en la solicitud de pruebas".

Rosa Garrido fue más dura y acusó a la Fiscalía de “fantoches e incompetentes”. También expresó que la organización que evita que el caso de su hermana se resuelva se encuentra también en instituciones y afirma que “la única munición que tengo es mi palabra”. La hermana de la víctima reclama que en este asunto “se han vulnerado todos los derechos”.

La causa que se logró reabrir irá a juicio, que tendrá lugar en el mes de septiembre y sentará en el banquillo de los acusados a la exparaeja  de Lucía, dos guardias civiles y un tercero, acusadao de complicidad. La AUGC y Rosa celebraronn la noticia y agradecen apoyo que han recibido pese a los múltiples obstáculos que han tenido que superar.

Las drogas y los negocios turbios en Los Naranjos

La finca en la que apareció el cuerpo de Lucía fue noticia un año después de su asesinato, cuando un ciudadano llamado Manuel Alonso, expareja sentimental de Lucia, asesinó a tiros a dos personas de nacionalidad colombiana y alegó defensa propia. En 2017 un informe del servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil indicó que la versión de la legítima defensa era descartable. Este texto contrastaba con el auto que dictó el juez en 2016 y que permitió la libertad de Alonso.

La finca Los Naranjos se ha sido escenario de numerosas investigaciones relacionadas con el narcotráfico / AUGC

Según han apuntado las investigaciones, la finca de Lucía se había convertido en una guardería de drogas. La trama alcanzaba presuntamente incluso a los mandos itnermedios de la Guardia Civil, ya que el teniente encargado de la investigación del caso Lucía y el de los colombianos fue condenado a 10 años de prisión por pertenecer a una organización de narcotráfico relacionada con Alonso, que se enfrenta ahora a tres años de cárcel por esa investigación.

Ante esto, Rosa se ha pronunciado en reiteradas oportunidades denunciando la existencia de una organización criminal a la que pertenecería Manuel Alonso y que habría contado con la complicidad de las autoridades y la comisión antidrogas de la Guardia Civil.

Un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil apuntó en 2015 que la finca de Los Narajos "pudiera verse involucrada en asuntos turbios relacionados con el tráfico de armas y/o drogas". Además, el texto expuso  ya la posible existencia de vínculos entre los tres asesinados y el teniente de la Benemérita posteriormente condenado.