El arzobispado de Burgos vive momentos turbulentos a causa de la mediática 'guerra' en el monasterio de Belorado, donde son protagonistas un grupo de exmonjas clarisas amotinadas.

El pasado mes de mayo una decena de religiosas de este convento declaraban su decisión de desvincularse de la Santa Sede. Según expresaron en un manifiesto, rechazan la jerarquía eclesiástica posterior al Concilio de Vaticano II, es decir, desde la muerte del Papa Pío XII en 1958. Tras ser excomulgadas, estas monjas permanecen como okupas en el monasterio burgalés, lo que está causando graves problemas para el arzobispado regido por el monseñor Mario Iceta.

Hasta ahora, las ya exmonjas estaban acompañadas de dos 'consejeros espirituales' en su encierro en el convento: el polémico obispo excomulgado en 2019, Pablo de Rojas Sánchez-Franco, y su ayudante, José Ceacero —llamado el 'cura coctelero'—.

Pablo de Rojas es también conocido por ser el fundador de la llamada 'Pía Unión Sancti Pauli Apostoli', que no está en comunión con Roma y cuya naturaleza es considerada una 'secta' por el Vaticano. Se trata de un grupo basado en el sedevacantismo, que afirma su fidelidad a la Iglesia anterior a 1958 y dice mantener una profunda devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Las monjas clarisas de Belorado.

A pesar de haber contado con la orientación de estos religiosos en todo momento, las amotinadas han terminado expulsando a ambos del monasterio este miércoles, "siguiendo las recomendaciones legales de los abogados" contratados por las clarisas, tal y como afirman medios como el ABC.

Ante esta situación, estudiosos de la religión como Luis Santamaría opina con preocupación que esta disputa "está siguiendo un camino muy triste para la propia Iglesia Católica y para los creyentes". El también experto en sectas asegura en una conversación con elcierredigital.com que la actual 'guerra' en el monasterio de Belorado "está poniendo de manifiesto hasta qué punto llega la influencia y la manipulación por la 'Pía Unión de San Pablo Apóstol' sobre esas exmonjas".

El teólogo Santamaría califica de "alarmante" la actitud de las 'sublevadas' y sus simpatizantes: "Estamos viendo públicamente cómo se desarrolla una historia de mentiras, medias verdades y falta de transparencia por parte del falso obispo, el falso cura ayudante y las monjas implicadas en el cisma". Para este experto, resulta significativo que, "tras haber dicho que no tienen dinero ni posibilidad de moverse económicamente por un supuesto control del arzobispo de Burgos de sus cuentas, las monjas han contratado a tres bufetes de abogados y a un notario para su defensa". 

El teólogo y experto en sectas Luis Santamaría.

Además, Santamaría apunta al hecho de que las religiosas llamaran a solucionar sus diferencias con el arzobispado a través de una comisión negociadora con acuerdos extrajudiciales, mientras "son ellas las primeras que han acudido a un juzgado para denunciar a Mario Iceta". Por ello, expresa que "está quedando clara una acción engañosa por las exmonjas y sus líderes".

El verdadero trasfondo del cisma de las exmonjas

Para el profesional Luis Santamaría, "tendríamos que ser cautos" cuando se habla de estas monjas como "rebeldes" o cuando se pone el acento en que lo que están haciendo es algo decidido voluntariamente. "Son personas adultas y formadas pero han sido ciertamente influenciadas y manipuladas por una pequeña organización considerada 'secta'", concreta.

A pesar de que esta guerra entre las exmonjas y el arzobispado de Burgos parece estar llegando al camino judicial, las vías de solución de este problema "son difíciles, ya que por la parte de las religiosas no hay voluntad de diálogo". El experto Luis Santamaría concluye con pesar que las clarisas "se han encerrado y aferrado fanáticamente a una postura que resulta irracional y que hace sospechar que responde a los intereses de la Pía Unión de San Pablo Apóstol".