Josito, un hombre de 41 años con una discapacidad física de un 69% falleció hace tres años en Lliria, Valencia. La causa fue un suceso que tuvo lugar días antes de su muerte. Josito, llamado realmente José Luis, se encontraba en un chalet con unos amigos haciendo una fiesta la noche del 25 de junio de 2019. Una fiesta que acabó en violencia, con Josito acribillado a golpes, con un corte en el cuello y tirado por el balcón. La llegada de la policía después y su utilización de pistolas táser marcaron lo que quedaba de la vida de Josito.

Tres años después de este suceso su familia busca justicia y ha iniciado un nuevo proceso judicial, después de que la causa fuese sobreseída. Según ha declarado Ana Isabel Peña, abogada de la familia de Josito, a elcierredigital.com, tienen “que depurar responsabilidades. Aquí hay muchas autorías. Yo empezaría con tentativa de homicidio e incluso asesinato, porque hay alevosía en cómo le pegaron y le tiraron por la ventana y siguieron. Y luego le remata la policía. Ahí hay una concurrencia de culpas muy grande, entonces hay que ir depurando”.

Para conseguirlo, la defensa de Josito aportará al juicio “nuevos testimonios que acreditan que Josito estaba en el suelo caído cuando vinieron los policías locales y le dispararon con la táser”. Según ha explicado la abogada a elcierredigital.com, con esta actuación la policía “se saltó el protocolo. Porque por protocolo no pueden utilizar la pistola táser contra una persona enferma mental como él. Porque acaban con su vida. Y ellos le conocían. De hecho, le llamaban ‘Fofito”.

Josito recibió dos disparos y, según la defensa, aunque “hay dudas” existe la posibilidad de que, al haber dos disparos, “fuesen dos policías distintos. Dicen que solo fue uno, pero por la posición de los disparos me da la sensación de que fueron dos”.

Vanessa: “Sí que recuerdo el pasado”

Además, también aportarán pruebas de que, en contra de la versión que dio la pareja que habitaba en el chalé —que acusó a Josito de robar en la casa—, Josito “vivía ahí. Estaba empadronado, pagaba 150 euros por estar ahí, así que no estaba robando ni mucho menos”.

Vanessa.

Más pruebas que aportarán para la defensa de Josito serán "los informes del criminalista Luis Duque y del forense Luis Frontela —que es el de las niñas de Alcàsser—", ha confirmado Ana Isabel Peña, que también considera que las declaraciones recabadas por el programa ‘Viva la vida’ podrían servir para reafirmar su postura. “La propia Vanessa [una de las denunciantes del presunto robo], en el reportaje reconoce que no está enferma, que ella recuerda lo que quiere recordar, con lo cual ahora podemos pedir otra vez la declaración”.

Las declaraciones a las que se refiere la abogada, concretamente, son a las frases “si hombre, si me pongo a pensar sí que recuerdo, sí que recuerdo el pasado” y “no, yo no quiero recordar el pasado mío” cuando un reportero le pregunta por Josito y le recuerda la presunta enfermedad que le provoca amnesia debido a la cual alegó que no podía declarar en mayo.

En dicho programa, además, una amiga del fallecido confiesa que “la guardia civil dice que no hay ningún agujero de hurto o de posible robo” en el chalé en el que presuntamente entró a robar.

La muerte de Josito: cronología del suceso

25 de junio de 2019. Josito había cobrado ese día su paga de minusvalía y se dispuso a celebrarlo como hacía cada mes en un chalé con una pareja de amigos: El Malaguita y Vanessa. Sin embargo, la celebración acabó con violencia. A Josito “le pegaron una paliza, le cortaron el cuello, le tiraron por la ventana y ahí siguieron pegándole”, cuenta a elcierredigital.com la defensa de su familia.

Imagen de una de las heridas de Josito.

Alertada la Policía Local, se personaron en el lugar de los hechos y, a pesar de encontrarse a Josito en el suelo, le dispararon con una pistola táser. Según alegaron los agentes, creían que Josito llevaba consigo un arma blanca y que había estado robando en la casa donde tuvo lugar el suceso.

La causa oficial de la muerte radica en la discapacidad y el consumo de drogas. Sin embargo, su tía Ana sigue luchando por que el asunto —que de nuevo está en instrucción tras haber sido sobreseído— llegue a los tribunales. Según ella, los culpables del final de su sobrino son los agentes de la Policía Local.

"Nunca le soportaron, no le trataban con respeto y le dispararon sabiendo los problemas que tenía y que no era nada violento. Nunca lo fue. Cuando lo enterramos acudieron casi 200 personas al entierro porque Josito era muy querido y eso es porque era una buena persona. Era como un niño y tenía muchas amigas y le quería todo el mundo", explica su tía a elcierredigital.com.

"En ningún informe forense va a aparecer que la causa de la muerte fue la táser porque es la causa, no el nexo. Digamos que en personas enfermas es mortal y Josito tenía cuatro perdigones de dos disparos", explica la abogada Ana Isabel Peña, acusación particular en este caso.

Josito, hospitalizado y lleno de heridas.

Sin embargo, según indica la misma abogada, todo parece apuntar a estos agentes. “Cuando vino la Guardia Civil se lo encontraron esposado por la Policía Local. Y fue cuando ellos empezaron a reanimarle. La ambulancia llegó una hora más tarde. En todo ese tiempo ya sabían que si sobrevivía se iba a quedar en estado vegetativo”.

Ana Isabel Peña continúa relatando lo que ocurrió a la llegada de la ambulancia: “Cuando empezaron la reanimación real con el SAMUR, no podían quitarle los arpones. Comenzaron con los arpones puestos y se decían entre ellos: ‘Cuidado que esto da calambre”. Además, afirma que en los cinco días posteriores que se mantuvo con vida, la tía de Josito afirma que “no puede olvidar el olor a quemado que tenía. Que se le pegó a ella misma en la piel de abrazarlo”.

Lo que ocurrió esa noche tiene en El Malaguita y Vanessa sus principales testigos. Y aunque el caso había estado paralizado, tras cambiar la familia de Josito de equipo letrado, el asunto vuelve a estar en fase de instrucción al aportar nuevas pruebas al caso.