Ni el previsible triunfo arrollador de Isabel Díaz Ayuso del 4-M ni el consiguiente desplome electoral de Ciudadanos podrían servir a Pablo Casado para estar en posición de sorpasso sobre el PSOE de Pedro Sánchez, según los estadísticas consultados por elcierredigital.com.

El actual presidente del Gobierno por ahora se sabe cómodo por las dificultades del PP para mejorar sus problemas territoriales (por la debilidad de varias baronías y el mensaje centralista que emana Génova 13), la fortaleza demoscópica de Vox a nivel estatal y las dificultades de los 'populares' para pactar con fuerzas como el PNV por su lejanía del centro político.

Cinco barones sin dificultades para mantenerse en el cargo

Ayuso tras el 4M podría hacerse con la presidencia del PP madrileño y a Feijóo no le tose nadie en Galicia tras acumular cuatro mayorías "absolutísimas" consecutivas (situación que le permite exhibir cierto paternalismo centrista sobre Casado).

Otro presidente sin problemas para continuar es Juanma Moreno pese a que Teodoro García Egea le quiere condicionar las listas y repartirse las cuotas de poder del PP en Andalucía tras el triunfo de la 'casadista' Virgina Pérez en las primarias provinciales de los 'populares' sevillanos sobre Juan Ávila, candidato apoyado por el presidente de la Junta de Andalucía.

La cuarta baronía sin contestación interna es la de Fernando López Miras, que fue uno de los escasos apoyos de Pablo Casado en las primarias de 2018 y ahora ha salvado la presidencia murciana tras haber elevado a la antivacunas y ex de Vox, Mabel Campuzano, al frente de la consejería de Educación y Cultura.

Fernando López Miras. Foto: TVE. 

El quinto barón al que no le quema su puesto es Francisco Núñez Nuñez. Es la apuesta de Génova para poder ganar en Castilla-La Mancha al socialista Emiliano García-Page en las elecciones de 2023. Un reto difícil, pero no insuperable,

Paco Núñez, expresidente de la Diputación de Albacete, es una persona muy cercana a Pablo Casado desde los tiempos en los que él lideraba las Nuevas Generaciones castellano-manchegas y el líder de la oposición nacional hacía lo propio en la Comunidad de Madrid.

KO en el norte

Galicia se salva de la debacle del PP en el norte: en Asturias se duda de la permanencia al frente del partido de Teresa Mallada, que a pesar de haber salido absuelta del 'caso Hulla' quedó bastante magullada por su pésimo resultado (tras haber sido impuesta por Casado a pesar de que las primarias las ganó Mercedes Fernández, que recibió un sillón en el Senado como premio de consolación).

Peor le van las cosas a la cántabra María José Sáenz de Buruaga, que según varios medios utilizó a una persona con minusvalía para ganar las últimas primarias. Casado intenó tumbarla colocando como candidata autonómica en 2019 a la exdeportista Ruth Beitia, cercana al expresidente Ignacio Diego.

Pero Beitia renunció, Buruaga se estrelló en las urnas y ahora Génova 13 baraja imponer como barón al diputado estatal Diego Movellán, que perdió muchos puntos al ser tildado de "machista" por todo el arco parlamentario tras decir que en Podemos se promociona a nivel interno "agarrándose a la coleta" de Pablo Iglesias.

El PP tampoco se levanta de la lona en Euskadi, donde Casado echó al templado Alfonso Alonso para resucitar a un amortizado Carlos Iturgaiz, que con Cs del brazo obtuvo un resultado lamentable y lo único que puede conseguir es romper las ya deterioriadas relaciones entre Génova 13 y el PNV. 

No van las cosas mejor en Navarra, donde los 'populares' son un partido fantasma en manos de UPN tras la marcha de Ana Beltrán a Madrid para ser diputada por la capital mientras se encarga de la vicesecretaría de Organización del PP estatal. El parlamentario foral José Suárez suena como su sustituto.

Líos en Aragón y La Rioja

Luis María Beamonte sabe que gran parte del PP de Aragón lo quiere fuera del liderazgo autonómico tras saberse que intentó ocultar su controvertido título de Derecho y tras haber logrado un decepcionante resultado que se remató con el apoyo del PAR a un Gobierno de izquierdas liderado por el PSOE. El carismático alcalde zaragozano Jorge Azcón tiene muchas opciones de tumbarle.

Beamonte asegura en El Periódico de Aragón que "el señor Azcón y yo no solamente tenemos una buena relación política, sino personal. Sabemos cuál es el camino. Él tiene una misión importantísima, intentar revalidar su condición de alcalde, y sabe que el escenario autonómico ahora no toca. No va a haber problema. El señor Azcón se tiene que centrar en el Ayuntamiento de Zaragoza y yo en las Cortes, y lo que tenga que pasar, será lo que ya sabemos, pero se sabrá cuando se tenga que saber".

Más tensión hay incluso en La Rioja tras la decisión del líder y expresidente autonómico José Ignacio Ceniceros de echar a su mano derecha Alberto Bretón, que le pedía que convocase primarias e intentará ganarlas cuando se convoquen ante el parlamentario Alfonso Domínguez (apoyado por Ceniceros).

Bretón, ya exsecretario general del PP riojano, asegura que "lamentablemente ha sido imposible superar las discrepancias con el presidente del Partido, José Ignacio Ceniceros, principalmente a cuenta de lo que yo, y muchas voces dentro del partido, consideramos como una necesidad urgente para recuperar cuanto antes la confianza de los riojanos: la convocatoria del XVII Congreso Regional del Partido Popular y, por lo tanto, del proceso de Primarias".

Y deja claro su futuro: "Presentaré mi candidatura a presidir el Partido Popular de La Rioja cuando se convoque el Congreso con el objetivo de impulsar un proyecto de renovación, unidad y liderazgo que nos permita volver a gobernar en La Rioja".

El eje del Mediterráneo, peor que mal

El PSOE ha resucitado en el Mediterráneo: ganó en las últimas catalanas y camina a paso firme hacia el tercer gobierno consecutivo en la Comunidad Valenciana e Islas Baleares, antiguos feudos del PP, gracias al apoyo popular que parece tener la pareja fraguada entre Ximo Puig y Francina Armengol.

En estas tres autonomías hay mal ambiente en el PP: en Cataluña Alejandro Fernández logró un resultado nefasto y ahora intenta descabalgar al portavoz 'popular' en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, antes de llegar a un acuerdo con Barcelona pel Canvi (socio de Ada Colau)

En la Comunidad Valenciana tiene las horas contadas la 'sorayista' Isabel Bonig, que ha limpiado el partido pero sigue sin hacerlo competitivo. Descartada la opción Toni Cantó, el PP promocionará como su líder autonómico a Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante.

No está tan claro el relevo de Biel Company en Baleares. El parlamentario autonómico podría repetir como cabeza de cartel tras haber conseguido que Marga Durán no siga al frente del PP de Palma, que podría ser liderado por el exconsejero turístico Jaime Martínez (hombre de confianza de Company).

Mal ambiente en Extremadura, Canarias y Castilla y León

José Antonio Monago lleva casi un cuarto de siglo en primera línea política y parece no tener intención de apartarse del liderazgo del PP extremeño. El expresidente autonómico se niega a irse a pesar de que en 2014 se evidenció que cargó al Senado decenas de gastos de viajes para ver a una amiga suya de Canarias y que en 2018 dijo que si Vara lograba una mayoría absoluta en 2019 se empadronaba en Portugal.

Guillermo Fernández Vara logró mayoría y Monago consiguió volver hace dos años al Senado y ahora realiza una oposición de baja intensidad en una Asamblea de Extremadura que previsiblemente seguirá a corto plazo en manos del PSOE.

José Antonio Monago. Foto: RTVE. 

En Canarias el PP tampoco levanta el vuelo después de que Teodoro García Egea apartase del liderazgo a Asier Antona, que no estuvo a la altura del cargo (según Génova 13) en las negociaciones para formar Gobierno en Canarias.

El secretario general de los socialistas, José Luis Ábalos, al igual que hizo en Aragón con el PAR, convenció a la Agrupación Socialista Gomera para que apoyase al PSOE. Y García Egea impuso como baronesa a Australia Navarro, que cuenta con un bagaje de más de dos décadas en el PP canario.

En Castilla y León el presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco tampoco tiene garantizado liderar al PP en las elecciones de 2023 por su falta de sintonía con Pablo Casado, que apoyará a varios candidatos críticos con el barón salmantino en las primarias provinciales que se celebrarán en 2021.

El líder de la oposición tiene intención de echar a Mañueco, tal y como desveló Elcierredigital.com. Y Mañueco intentará hacerse con el poder provincial para salvaguardar el puesto.