Según fuentes policiales, la investigación de la desaparición de Janet Jumillas en la localidad barcelonesa de Cornellá ha entrado en una "fase de riesgo" ante la falta de pistas o indicios que permitan localizar a la mujer, de 39 años. Los investigadores han hablado con vecinos, amigos y familiares, y por ahí las pesquisas parecen no dar más de sí.

Los padres de los hijos de Janet viven ambos fuera de Cataluña y los Mossos tratan de comprobar que no tiene relación con la desaparición. De hecho, fuentes policiales aseguran que, en principio, no sospechan de ellos. Simplemente quieren comprobar qué vínculos tenían aún con Janet y si la mujer pudiera haberles comentado algún hecho reseñable.

Al parecer, con el segundo marido de la desaparecida, Janet tuvo episodios de tensión e incluso riñas un tanto violentas antes de romperse la relación.

Janet había estado hacía poco en su pueblo natal de Jaén, donde vio a uno de sus excompañeros sentimentales, puesto que tenía que arreglar unos papeles sobre la pensión del hijo de ambos, según fuentes de la familia, que se mantienen en que "es imposible que Janet haya desaparecido voluntariamente".

La relación entre la mujer y este padre no era buena, pero tampoco se conocen hechos que puedan comprometerlo más allá de esa enemistad.