La Policía española ha registrado en los últimos años un aumento considerable de los delitos con armas simuladas. Estas armas están prohibidas en la vía pública y su tenencia en algunos municipios requiere de una Tarjeta de Armas. El motivo por el cual muchos delincuentes deciden utilizar este tipo de armas es que son réplicas normalmente exactas de sus modelos de fuego real, por lo que en un primer vistazo es imposible darse cuenta de la impostura. 

Además del parecido, cuentan con la ventaja del precio, considerablemente más baja que la real. Estas armas de detonación cuestan unos 100 euros, mientras que las reales superan mayoritariamente los 3.000 euros. Las primeras sólo detonan, pero algo que las convierte en verdaderamente peligrosas es la posibilidad de ser modificadas para convertirlas en armas de fuego.

Estas armas simuladas son utilizadas por la Policía para el entrenamiento

En cualquier caso, se están utilizando para cometer delitos de todo tipo. Algunos intimidan con el arma con el fin de atracar en tiendas o en sucursales bancarias. Hace tres semanas, en el centro de Madrid, un hombre entró en una sala de juegos ocultando su identidad y portando un arma que posteriormente en la detención policial se supo que era simulada. El pasado sábado 4 de septiembre, un ciudadano también la utilizó para obligar a las mujeres participantes en un acto feminista que bajasen la música porque estaba demasiado alta.

El hecho de que las armas simuladas sean prácticamente iguales a las reales las convierte en un objeto peligroso. Por eso, no son pocas las voces que piden que se busque una solución que podría pasar por acercar el precio de estas armas a las reales, controlar el acceso o hacerlas claramente distinguibles. 

Pero las armas simuladas no son las únicas que han visto incrementado su uso. En Elcierredigital.com ya comentamos hace unas semanas la proliferación de armas creadas en impresoras 3D, cuya fabricación en un taller de impresión resulta mucho más sencilla y barata. Las instrucciones se encuentran en la misma web y lo único que se necesita es un material resistente. Tanto las armas simuladas como las fabricadas en 3D se están convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para la Policía.