El conocido como crimen de la viuda de la CAM, María del Carmen Martínez sigue dejando incógnitas y generando nuevas dudas conforme avanza la instrucción sumarial. Durante dos años todas las investigaciones parecen dar la razón cada vez más a la defensa de Miguel López Pérez, único investigado e inicialmente acusado, aunque está en libertad provisional a la espera del juicio, que comenzará, previsiblemente, a principios de  2019.

En las conclusiones presentadas por el catedrático de derecho penal Javier Sánchez-Vera, defensa de López, hace unos días ante el Juzgado de Instrucción número 7 de Alicante, destaca cómo se desmonta la acusación de asesinato usando pruebas de la misma instrucción.

María del Carmen Martínez, la fallecida en Alicante.

Una de estas incógnitas se refiere a que la fallecida tenía arrancados los botones de la camisa y desgarrado el jersey que llevaba puesto, según consta en la autopsia. "Si el supuesto móvil para matar a Mari Carmen era un conflicto económico no se entiende qué necesidad existiría de un forcejeo hasta romper el jersey y arrancar los botones. Cuando los trabajadores de Novocar encontraron a Mari Carmen herida e intentaron sentarla en el coche, ninguno de ellos, a pesar de ser preguntados sobre los detalles, indicó que para intentar sentar a Mari Carmen se le hubieran producido tales desgarros en sus ropas. La Policía, al comienzo investigó un robo", según relata el escrito presentado por la defensa de Miguel López. La acusación particular achaca este desorden en las ropas al trabajo de los sanitarios durante la reanimación.

La defensa del yerno de la fallecida también dejó demostrado que Mari Carmen Martínez envió  un wasap a las 18.55 de la tarde, hora a la que, supuestamente, estaba muerta según las diligencias. Antes de esa hora, en concreto a las 18.38, según el sumario,  su yerno Miguel López, salía del concesionario Novocar en su coche y ya habría asesinado a Mari Carmen Martínez, según el informe de la acusación. Esta versión se contradice claramente con el horario cuando se hizo la llamada al servicio de Emergencias, las 18.55.01. Uno de los mensajes enviados por la fallecida a un empleado fue leído a las 18.44, hora en la que, supuestamente, ya estaría muerta.

Además, los peritos encontraron 12 llamadas entrantes y salientes realizadas desde el móvil de Mari Carmen, entre las siete y media y ocho y media de ese día, una vez muerta. Sin embargo, esa información no aparece en el sumario. El juez Jose Luis del la Fuente, instructor del número 7 de Alicante, tendrá que poner orden en todo esto y dilucidar las verdades o mentiras de este caso que se antoja complicado de juzgar.