El Banco Sabadell deshojó este lunes la margarita y le plantó un sonoro "no" al BBVA, que pretendía digerir a su rival a cambio de cederle el 17% de las acciones del resultante. El banco de origen catalán presidido desde hace un cuarto de siglo por Josep Oliu no solo ha rechazado la oferta, sino que le afea al banco bilbaíno su 'racanería'.

El Consejo liderado por Oliu aseguró que "la propuesta infravalora significativamente el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente".

"El Consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros, y es de la opinión de que la estrategia de Banco Sabadell como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas", añaden. 

Asimismo, lanzan un dardo contra su pretendiente y aseguran que "la caída significativa y la volatilidad del precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta", no dineraria. 

"Sobre la base del análisis en detalle de la propuesta, el Consejo ha concluido que esta no satisface el interés de Banco Sabadell y sus accionistas y, en consecuencia, ha rechazado la propuesta de BBVA", explican.

A la negativa del Sabadell ha ayudado que el BBVA no pusiera dinero sobre la mesa, ofreciera apenas una vicepresidencia a su cuadro directivo (lo cual implicaba arrebatar galones al presidente Josep Oliu o al CEO de Sabadell, César González-Bueno), y valorase la acción del banco con sede en Alicante en 2,1 euros (cuando los libros del Sabadell la valoran en 2,64 tras haberse cuadriplicado en 3 años en el parqué).

La estupenda dinámica que disfruta el Sabadell ha invitado a su cúpula a rechazar el envite del BBVA, que buscaba estimular el 'catalanismo' de su impar al prometer que la nueva sede operativa de la unión iba a situarse en la barcelonesa localidad de San Cugat del Vallés (mientras la fiscal se mantenía en Bilbao). 

La decisión del Sabadell alivia a parte del Gobierno, ya que la vicepresidenta Yolanda Díaz recordó que la Comisión Europea ha advertido que la gran banca está concentrándose de forma peligrosa. "Teníamos un país en el que la concentración bancaria era del 40%, hoy está en el 70% y casi un régimen de oligopolio", explicó la líder de Sumar. 

El presidente valenciano Carlos Mazón, por su parte, subrayó que la unión impulsaría un gigante que controlaría el 60% del negocio bancario en la Comunidad Valenciana, temerosa por los posibles cierres de sucursales y despidos que podría generar la fusión (que, por otra parte, iba a reducir las posibilidades de consecución de líneas de crédito para pequeñas y medianas empresas)

Cabe recordar que el Banco Sabadell mejoró todas sus previsiones en su primer trimestre de 2024 al obtener un beneficio neto atribuido de 308 millones de euros en el primer trimestre del año, lo cual supone un 50,4% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

"Este resultado se ha visto respaldado principalmente por el dinamismo de la actividad comercial y la mejora de la calidad de los activos, que han permitido elevar el margen de intereses y reducir las provisiones", explicó el banco. 

A los resultados, apuntó Oliu, contribuyó "una hoja de ruta que ha supuesto una intensa transformación del negocio y un punto de inflexión en términos de rentabilidad, con el desarrollo de nuevas capacidades digitales, una mejora de la propuesta de valor y una reducción de la base de costes".

El recuerdo de 2020

BBVA ya intentó hacerse en 2020 con Sabadell, al que valoraba en 2.700 millones entonces. Ahora esta cantidad creció hasta los 11.500 millones, ya que Carlos Torres ofrecía casi un 30% más del precio en el que se movía el Sabadell antes de conocerse la operación.

Sede del Banco Sabadell. 

Torres lo intentaba ahora sin dinero líquido de por medio, ya que la operación se podría haber llevado a cabo con un canje de acciones (con lo cual, los propietarios del Sabadell pasarían a ser accionistas del BBVA).

Decía BBVA que la nueva entidad se convertiría "en una de las mayores y más sólidas entidades financieras en Europa, con activos totales por encima del billón de euros¹ y más de 100 millones de clientes a nivel mundial, con la ambición de ser el mayor banco por capitalización bursátil de la zona euro". 

Y añadía que los recortes surgidos de la fusión redundarán en favor de su fuerza: "La mayor escala permitiría afrontar en mejores condiciones los retos estructurales del sector y llegar a un mayor número de clientes, abordando de forma eficiente las inversiones en transformación digital". 

La operación

BBVA inició la semana pasada anunciando que se quería ir de compras con dinero fresco en el bolsillo (2.200 millones de euros de beneficios, lo cual supone un 19,1% más que en el mismo periodo de 2023).

Esta situación invitó a recuperar su viejo interés por el Sabadell, al que en 2020 intentaron asaltar cuando la compañía de origen catalán y con sede en Alicante se encontraba en mínimos. El presidente Josep Oliu resistió el embate y, con la ayuda del nuevo CEO César González Bueno, ha levantado el Sabadell hasta convertirlo en el banco autóctono con mayor crecimiento de los últimos tiempos.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se puso de perfil ante la operación y se limitó a lanzar buenos deseos futuros a la banca patria: "No solo hay que fundamentar y fomentar que el sector siga teniendo esos buenos niveles de rentabilidad y de solvencia".

Meses atrás, el Sabadell ya rechazó otra fusión con Unicaja. "No hay nada de nada, ni conversaciones ni nada. No tenemos nada, no hay ninguna operación encima de la mesa", dijo su presidente Josep Oliu.