El año 2020, más allá de la pandemia, ha supuesto también cambios enormes en empresas y negocios. La modificación de hábitos de forma forzosa que ha acarreado los momentos de confinamiento y de restricciones de movilidad ha conllevado una adaptación urgente de la forma de relación entre consumidores y negocios en el que su cara más visible está en la transformación del comercio por Covid-19.

La respuesta más evidente ha sido el incremento del comercio online, entendido no solo como forma de compra, también como forma de interactuación y con ello abarcando todas las facetas: atención antes y después de la compra, adquisición del producto, envío, satisfacción del cliente y fidelidad.

Adecuación de una web para la compra online

La cara más visible de esta transformación la tenemos en la plataforma de venta, la tienda online.

Pero no todo vale, el incremento de la competencia y las exigencias mayores de los consumidores conlleva que las tiendas online tengan que ofrecer las mejores experiencias de compra a través de webs accesibles en todos los dispositivos, cómodas en la navegación, claras y que proporcionen la información suficiente para lograr el proceso de venta.

Esto se refleja muy claramente en la compra desde el dispositivo móvil. Si hasta hace unos años la mayoría de su uso en relación con el comercio electrónico se limitaba a la consulta de productos, esto ha cambiado de forma radical. El teléfono móvil es principio y fin en la mayoría de los procesos de compra, y por ello, las aplicaciones nativas para estos dispositivos cada vez más valorados.

Posicionar y hacer visible el negocio

Pero para hacer visible un negocio, este tiene que ser visible y para ello hay dos tipos de acciones que de forma combinada se han hecho más imprescindibles.

Por un lado, está el posicionamiento natural o SEO, que ayuda a que los negocios y productos sean visibles en buscadores. Para ello hay que reforzar los propios textos de la tienda online, optimizándolos con palabras clave al que se puede añadir un refuerzo dentro de la misma página a través de un blog, en el que además ofrezcan contenido de calidad para sus clientes actuales y potenciales.

A estas acciones se le complementan el posicionamiento de pago o SEM. A través de anuncios, en el que es fundamental tener el asesoramiento profesional a la hora de determinar palabras clave que conlleven mejores resultados. Siempre teniendo en cuenta que el presupuesto para estas acciones es limitado.

Gestión de redes sociales

Igualmente, es importante dar a las redes sociales la relevancia que necesitan como instrumento de comunicación bidireccional entre empresa y consumidor.

No se trata solo de generar los mensajes más adecuados para el cliente, sino también de saber responder en tiempo y forma y establecer una relación entre ambos, que refuerce su fidelidad y con ello el volumen o la periodicidad en las compras.

La importancia de la atención al cliente

En este proceso de interactuación, en la que la empresa se enfrenta a clientes mucho más fieles como hemos dicho, es fundamental el proceso de atención, ya sea antes de la compra, resolviendo dudas, como postventa.

El asesoramiento, muchas veces online con chats dentro de la propia página web, la logística con envíos rápidos, muchos de ellos en 24 horas y la resolución de cualquier duda, queja o incluso devolución, son importantes para que el cliente, que ha sido tan difícil captar, se mantenga.

Y es que, la transformación del comercio tras la crisis del COVID no va a ser algo pasajero, cada vez somos más digitales, incluso segmentos de población de mayor edad han visto las ventajas del comercio online, y las empresas aprovecharán este tendencia imparable.