La apicultura asturiana está atravesando un momento muy delicado. El incremento de costes sufrido por los apicultores durante el último año está llevando al sector a una situación muy ajustada. El combustible, la electricidad, el gas, los alimentos y todos los insumos necesarios para envasar la miel (tarros, tapas, etiquetas, cartón, etc.) llegan a multiplicar los precios de coste. Además, la venta de miel está sufriendo un proceso de recesión, debido al bloqueo de los mercados, provocando un fuerte descenso de los precios.

Se añade la competencia desleal en el mercado por la llamada 'miel falsa', que recientemente en un estudio realizado por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), presenta como en España, los porcentajes se elevan a un 51% de importaciones con producto fraudulento y un 85% de empresas importadoras que cuentan con un resultado positivo como mínimo.

Cabe resaltar, que la apicultura es una de las actividades agrarias más afectadas por las consecuencias del cambio climático, sumando la combinación letal para las colmenas de abejas nacionales con enfermedades como la varroa y la especie invasora y depredadora, Vespa Velutina (Avispa Africana), que este invierno están provocando un alto índice de mortalidad de las colmenas asturianas y por ende nacionales.

Los apicultores y las asociaciones solicitan que se tomen medidas urgentes para frenar la agonía de un sector estratégico en la economía asturiana, respaldando su valor fundamental en la biodiversidad y medio ambiente.

La demanda de COAG

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha solicitado al gobierno, las comunidades autónomas y a la Unión Europea que reaccionen de forma contundente ante el fraude masivo destapado por la investigación de las autoridades comunitarias en torno a las importaciones de “miel”. Demandan “la retirada inmediata del mercado de toda la miel adulterada que no cumpla con las disposiciones de la Directiva 2001/110/CE de la miel de la Unión Europea”.

La demanda llega después de que la Comisión Europea hiciese público el informe que habían realizado conjuntamente entre la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), el JRC (Centro Común de Investigación de la Unión Europea) y la DG SANTE (Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea), en el que se presentan los resultados de un plan de controles llevado a cabo en frontera a cientos de importaciones de miel durante los años 2021 y 2022.

Las conclusiones del informe, en base a las técnicas analíticas empleadas en la investigación, son demoledoras: un 46% de las muestras europeas analizadas fueron fraudulentas y un 66% de las empresas importadoras controladas tuvieron, al menos, un resultado positivo. En el caso de España, los porcentajes se elevan a un 51% de importaciones con producto fraudulento y un 85% de empresas importadoras con, al menos, un resultado positivo.

“Esta es una realidad inasumible para un sector que está apostando por las producciones sostenibles y de calidad, así como por adaptarse a unos efectos del cambio climático devastadores para las abejas”, ha denunciado el responsable de sector apícola en COAG, Pedro Loscertales. “Esperamos una reacción del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea acorde a la gravedad de la información publicada”, ha declarado.

COAG lleva años haciendo un seguimiento exhaustivo del mercado de la miel y las importaciones realizadas por la industria española y europea, y advirtiendo de que el precio de determinados productos importados y comercializados en España es incompatible con su etiquetado como “miel” en el mercado. Esta investigación de la Comisión viene a confirmar sospechas y advertencias sobre que la presencia masiva de siropes y sucedáneos de miel llevan años distorsionando el mercado y presionando artificialmente los precios de la miel española a la baja.

El COAG ha pedido que se introduzcan nuevas medidas de control para las importaciones de miel recibidas en España, replicando las técnicas de investigación utilizadas para el estudio de la Comisión Europea y creando un Centro Europeo de Referencia para la Miel para proteger del fraude a consumidores y apicultores.

De igual manera, han reclamado que España utilice la presidencia del Consejo de la Unión Europea a finales del segundo semestre de 2023 para liderar y guiar la ejecución de estas medidas. Además, han sugerido que se modifiquen las normas de etiquetado para proteger los intereses del sector productor apícola, “tras la decepción que supuso la última modificación de la Norma de Calidad de la Miel española en 2020”.

Asimismo, COAG ha pedido a los consumidores que compren directamente a los apicultores o a través de canales cortos de comercialización, ya que consideran que esta es “la mejor garantía de autenticidad y calidad de la miel”.

“Esta compra responsable permite, además, generar empleo y actividad económica en nuestras zonas rurales”, ha añadido Loscertales, dando a conocer que COAG ha puesto a disposición del ciudadano un listado con decenas de apicultores profesionales de España que ofrecen la venta directa de miel.