Se dice que el 8 de diciembre se produjo el nacimiento de la Virgen María o Purísima Concepción y en España, esta festividad, se celebra desde 1644. Esta imagen de la Virgen ha sido objeto de múltiples obras artísticas a lo largo de la historia. Entre ellas, las distintas 'Inmaculadas de Murillo', las cuales, además de ser admiradas por expertos en arte, han sido 'víctimas' de intentos de restauración sonados.

Una de estas vírgenes del siglo XVII, propiedad de un coleccionista de arte, encargó a un restaurador de muebles valenciano, al que pagó 1.200 euros, la restauración de la obra. El resultado fue un fracaso. El dueño del Murillo, al pedir explicaciones, se encontró con evasivas por parte del restaurador amateur. Tras salir a la luz por la prensa la historia digna de un cómic de Ibáñez, se llegó a poner incluso en duda la autenticidad de este retrato de la Inmaculada a manos de Murillo.

Virgen de Murillo.

Son muchas las obras en España que pertenecen a colecciones privadas y que no se ponen en conocimiento de Patrimonio del Estado, para evitar la fiscalización. Por este motivo, algunos propietarios no acuden a restauradores profesionales cuando las piezas lo necesitan, con consecuencias no deseadas como en el caso de Valencia. “Solo conocemos los casos que la sociedad denuncia a través de prensa o redes sociales, pero hay multitud de situaciones donde las obras son intervenidas por personas que no tienen formación”, expresó María Borja, de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE) en una entrevista para Europa Press. 

El ecce hommo de Cecilia

Inevitablemente, el asunto ha hecho rememorar el caso del Ecce Homo de Borja. Han pasado ya ocho años desde que, en 2012, el mundo entero descubriera la polémica “restauración” de la obra original de Elías García Martínez realizada por una vecina de Borja. Desde entonces, la pared de la iglesia del Santuario de Misericordia donde se expone el nuevo "Ecce Homo" es una de las más observadas por los ojos de los turistas internacionales.

Cuando el desastre artístico fue conocido, la polémica y las críticas se cebaron con la sorprendida "restauradora aficionada" Cecilia Giménez. Años más tarde, todo parece indicar que lo que se anunció como un perjuicio ha resultado ser más bien un gran beneficio para toda la zona de Borja y sus habitantes. Un fenómeno que aporta cuantiosos ingresos al pueblo y a sus vecinos. Los beneficios generados por todas estas visitas y turistas contribuyen a la financiación de la casa de Borja para ancianos y al mantenimiento del empleo para los dos cuidadores del Santuario de Misericordia, donde se custodia la valiosa obra "retocada".

Cecilia Giménez Zueco junto al Ecce Hommo.

Para el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, “si no hubiera sucedido, tal vez Borja se hubiera hecho famoso por algo más, como su vino. Pero no seríamos tan conocidos como lo somos ahora”. Arilla preside el patronato de la fundación benéfica, propietaria del santuario. Una fundación que ingresa en total unos 52.000 euros anuales por las ganancias que genera el Ecce Homo retocado, tanto en concepto de entradas como por los derechos de imagen y por la venta de todo tipo de productos con la representación de la famosa obra. 

Los otros 'desastres' de restauración

La historia de la malograda restauración del Ecce Homo no es la única en el ámbito artístico. En la localidad asturiana de Rañadoiro, una mujer se ofreció a volver a pintar tres tallas de madera del siglo XV que tenía la iglesia. La obra, que cuenta con un gran valor histórico, fue restaurada de manera particular. La encargada de llevar a cabo la restauración utilizó colores poco recomendables para pintar obras de tal antigüedad dando un resultado que fue tildado de “desastre”.

Imagen de las tallas.

Otro caso similar a la restauración del Ecce Homo, que también se convirtió en viral, fue la pintura de la talla de San Miguel Arcángel en el pueblo salmantino de Peñaranda de Bracamonte. La encargada de restaurar la obra fue una vecina que utilizó técnicas pictóricas inadecuadas para los materiales de la talla.  Estas restauraciones ya forman parte de la lista de desastres conocidos como 'Ecce Homo del arte español'