27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Los agentes estrenan caseta, pero sin calefacción, así que usaron un generador para calentarse y el estruendo provocó las quejas de los vecinos

Nueva controversia en torno al chalé de Iglesias y Montero: la Policía de Galapagar pide a la Guardia Civil que no use su grupo electrógeno por ruidoso

La caseta para los guardias civiles que custodian el chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero.
La caseta para los guardias civiles que custodian el chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Los agentes encargados de velar por la seguridad de Pablo Iglesias e Irene Montero se han vuelto a quedar solos frente al frío en la localidad madrileña de Galapagar. Los agentes han estrenado una caseta, pero no tiene calefacción, así que recurrieron a un grupo electrógeno para poder calentarse, pero la Policía Local se presentó para comprobar si era ruidoso, ya que habían recibido quejas de los vecinos.

Los agentes de la Guardia Civil encargados de custodiar el polémico chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero en la localidad madrileña de Galapagar se quejaron hace meses por el hecho de tener que realizar su trabajo guarecidos únicamente por el reglamentario coche patrulla. 

Ante las quejas, les ha sido adjudicada una garita que ha sido instalada frente al chalé, pero que carece de calefacción. Así que para combatir el frío invierno, los agentes de la Benemérita tomaron la decisión de usar un grupo de electrógeno que les proporcionara energía para calentarse. 

Sin embargo, su gozo se ha visto en un pozo, como reza el refrán.  Agentes, en esta ocasión de la Policía Local de Galapagar, se personaron en la garita ante el chalé de los líderes de Podemos para comunicar a los guardias civiles que habían recibido muchas quejas por parte de los vecinos debido al ruido que emitía el grupo electrógeno y comprobar si así era. Finalmente parece que de momento los encargados de velar por la seguridad de los Iglesias-Montero tendrán que seguir solos frente el frío. 

'Garita' en frente del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero. 

Los agentes del Cuerpo Armado pasaron su primera noche en la garita sin luz ni calefacción, por lo que poco han mejorado con respecto a las condiciones que tenían antes de que se les facilitara el habitáculo en el que realizar su trabajo. Sin embargo, no está todo perdido ya que, parece ser, que el grupo electrógeno estaba defectuoso y por eso emitía el molesto ruido. Hasta que sea reparado, por el momento los Guardias Civiles seguirán pasando frío. 

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