26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Desde ahora, los familiares de los niños que nazcan por esta técnica deberán solicitar el pasaporte ucraniano para salir del país

Se acabó la gestación subrogada para los españoles en Ucrania: la Embajada de España ya no inscribirá a más bebés

Los españoles que se lancen a adoptar en Ucrania ya no lo tendrán fácil.
Los españoles que se lancen a adoptar en Ucrania ya no lo tendrán fácil.
La Embajada española en Ucrania señala en un comunicado que todos los casos serán analizados de forma individualizada, aunque "excepcionalmente" la Embajada de España en Kiev ha regularizado a 39 niños que estaban pendientes de ello, pero advierte de que ya no lo hará más y los nuevos adoptados deberán solicitar un pasaporte ucraniano.

La Embajada de España en Ucrania ha informado de que no podrá autorizar nuevos expedientes de inscripción en el Registro Civil de los bebés nacidos por procesos de gestación subrogada, en aplicación de la instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado (DGRN) de 2010, que obliga a las parejas a presentar una sentencia de filiación paterna que no emiten en este país.

Asimismo, en esta comunicación, publicada este martes 19 de febrero, la Embajada señala que todos los casos serán analizados de forma individualizada, aunque no especifica qué solución va a dar a las parejas a las que se les ha denegado la inscripción de los menores con pruebas de paternidad.

"Aviso. De acuerdo con el criterio establecido por el Ministerio de Justicia de dejar sin efecto la Instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado de 16 de febrero de 2019, resulta de aplicación de la Instrucción de 5 de octubre de 2010, sobre régimen registral de la filiación de los nacidos mediante gestación por sustitución".

"Por ello, aunque todos los casos serán analizados de forma individualizada, en esta Sección Consular no se podrán autorizar ya nuevos expedientes de inscripción de niños nacidos mediante la técnica de gestación subrogada", concluye el aviso.

Regularización "extraordinaria" para 39 bebés

A pesar de esta nueva medida, la Embajada de España en Kiev ha comenzado este martes 19 de febrero a facilitar salvoconductos a las familias a las que denegó la inscripción en el Registro Civil de sus bebés nacidos por gestación subrogada en este país, como una medida extraordinaria, según han informado fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Esta decisión afecta a un total de 39 menores.

A partir de ahora, los familiares de los niños que nazcan por esta técnica deberán solicitar el pasaporte ucraniano para salir del país porque la Embajada española ya no autorizará nuevos expedientes de inscripción, después de que el Ministerio de Justicia dejara sin efecto una instrucción del pasado viernes 16 de febrero que permitía el registro mediante pruebas de paternidad.

La frontera de Ucrania

Esta decisión responde al principio de seguridad jurídica y del interés superior de los menores y que, por ello, la Embajada en Ucrania va a completar los procesos de estos 39 bebés pendientes de regularización ya nacidos, conforme al comunicado del Ministerio de Justicia de dar una solución a quienes se había visto perjudicados por este cambio.

Además, desde Exteriores han señalado que con el fin de acelerar los expedientes pendientes se va a enviar a un funcionario diplomático para reforzar la atención consular mientras que la Embajada de España en Kiev está realizando gestiones con las autoridades ucranianas para que, dentro de la legalidad, faciliten el documento de viaje o pasaporte para estos menores en lo sucesivo. Por último, han apuntado que la Embajada lamenta los perjuicios que haya podido ocasionar esta situación, pero también recuerdan que ya desde 2016 el Ministerio de Asuntos Exteriores desaconsejaba de forma clara recurrir a estos procesos de gestación subrogada en Ucrania, donde la Fiscalía de este país investiga posibles casos de tráfico de menores en una clínica.

"¡Nuestra hija es española!"

"Nuestra hija ya es ciudadana española", han celebrado en declaraciones a Europa Press Ana y Fernando, los padres de una niña nacida por un proceso de gestación por sustitución en Ucrania, que se encontraban "atrapados" junto a otras 30 parejas, a las que la pasada la Embajada española en Ucrania les denegó el registro de los menores por no presentar sentencias judiciales de filiación paterna. Según han indicado Ana y Fernando, para emitir este salvoconducto el Consulado ha inscrito previamente a su hija en el Registro Civil español. Si bien han señalado que todo este proceso "ha sido muy duro", también afirman que "ha merecido la pena". A partir de ahora, ya pueden salir de Ucrania con la niña.

Desde Interfertility, la empresa que asesora a parejas de españoles en estos procesos de subrogación, celebran la "salida humanitaria" que la Embajada española ha dado a las familias a las que se les había denegado el registro y cuyos visados caducaban tras semanas de espera. Asimismo, recuerdan que es una medida extraordinaria "basada en el interés superior de estos menores". Los que nazcan a partir de ahora -hay decenas de familias inmersas en estos procesos en Ucrania- tendrán como única vía para salir del país la solicitud del pasaporte ucraniano del menor. Ya en España, el padre, que es el que aporta la carga genética, deberá obtener una sentencia de filiación de un tribunal español y su cónyuge iniciar un proceso de coadopción. La principal diferencia con la inscripción directa en la Embajada es que este proceso dura varios meses.

En qué consiste la gestación subrogada

La gestación subrogada, también conocida como maternidad subrogada, vientre de alquiler o subrogación consiste en que una mujer acepta quedarse embarazada y dar a luz a un niño para otra u otras personas, que lo adopta como a un hijo. Es una práctica prohibida en España aunque no en otros países, muchos de ellos sin legislación a tal efecto.

Un recién nacido.

Hay gestaciones subrogadas de dos tipos: subrogación tradicional o parcial y subrogación gestacional o plena. En la primera, la madre gestante aporta sus propios óvulos, teniendo así una relación más directa con el futuro niño; en la segunda, la madre gestante no tiene relación genética alguna con el hijo. Se hace mediante fecundación in vitro con óvulos y esperma de terceros. Habitualmente, el esperma lo aporta el padre adoptante y lo óvulos los aporta la madre adoptante.

El problema ha llegado cuando las parejas españolas se han lanzado en masa a hacer este tipo de adopciones en Ucrania, un país que lo permite sin problemas. Al ser una práctica que España no reconoce, hay una altísima demanda y muchas de esas parejas adoptantes han tenido que quedarse incluso semanas en suelo ucraniano a la espera de la regularización por parte de la Embajada de España de sus hijos adoptados allí.

Ahora se erradica la práctica y la Embajada no inscribirá ya como españoles a los niños adoptados. La Embajada española en Kiev realizaba una prueba de ADN al padre y al hijo y un laboratorio español se encargaba de corroborarlo, así que, si los dos casos eran positivos, el bebé era español de pleno derecho. Ahora cambian las cosas y adoptar en Ucrania mediante subrogación será directamente una aventura de imprevisible desenlace.

Dinero, alcohol y problemas

En España proliferan las empresas que 'ayudan' a los españoles a adoptar en Ucrania, a pesar de que es una práctica ilegal, por la que cobran "una media de veinte mil euros", según el testimonio de una pareja adoptante, aunque hay quienes se lanzan en solitario a la adopción. Algunas de estas empresas se disfrazan de "asesorías" y proliferan las asociaciones en contra de este tipo de adopciones, que directamente las tachan de "comprar niños a la carta".

Por otra parte, la mitad de los niños adoptados procedentes tanto de Ucrania como de Rusia sufren de Trastornos del Espectro del Alcoholismo Fetal (TEAF), según un estudio del Instituto Catalán de Acogida y Adopción y la Subdirección General de Drogodependencias de Cataluña. Es decir, una prueba evidente de que la madre ha consumido alcohol durante el embarazo, que sufre y puede acabar pagando de por vida el recién nacido.

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