Cristina Tárrega, comunicadora: "En el asunto de Rocío Carrasco deberíamos ser más prudentes"

Cristina Tárrega es uno de esos rostros habituales en los medios de comunicación desde hace décadas. Su nombre está unido a la radio y a la televisión donde la hemos visto transitar por todos los géneros: la música, las retransmisiones deportivas y taurinas, las entrevistas tú a tú... Hoy, Tárrega es colaboradora en diversos formatos televisivos como El programa de Ana Rosa o los debates de Supervivientes. 

- ¿Echa de menos algo en la televisión actual?

- A veces tengo la sensación de que se hace un poco lo mismo en todos lo sitios. En las televisiones públicas echo de menos más programas para ayudar a la gente. Formatos solidarios, donde la gente exprese sus problemas de tú a tú. España es un país muy solidario, pero eso no se está mostrando en nuestra televisión. E insisto, sobre todo debería ser imprescindible en la cadenas pública. 

- En su currículum aparece nada menos que crear una emisora musical, Cadena Dial, ¿Por qué ya no hay música en televisión?

- Cadena Dial fue una apuesta del Grupo PRISA muy valiente. En esa época parecía que era una locura querer radiar música sólo en español, que no estaba de moda. Los que decían eso se equivocaron de pleno. El público lo estaba demandando. En cuanto a la música en televisión, no creo que es que no interese, es que lo hace de otra forma. Ahí están el éxito de programas como Got Talent, que arrasan. 

Cristina en el plató de 'El programa de Ana Rosa'. 

- Ahora mismo la podemos ver comentando la actualidad de la telerrealidad. ¿Qué le gustaría hacer en televisión?

- Estoy encantada con lo que hago, pero es verdad que me gustaría hacer un programa emocional. De esos en los que puedes hablar de tú a tú con los espectadores y que ellos se abran. Un poco lo que hecho siempre y que, creo, es mi seña. 

- En las entrevistas conseguía que el personaje se relajara. ¿Algún personaje se le ha escapado vivo?

- Hombre, hay personajes que son difíciles de entrevistar porque no es posible sacarles nada y eso se transmite al público. Nunca he sido clasista. Hay personas que piensas que qué bien, la de cosas que me van a contar y decepcionan. Sin embargo, hay otras que son una sorpresa y esas son las más agradecidas. 

- Una parte importante de su trabajo han sido los libros sobre belleza y cosmética. Llegó a decir que el libro más sincero sobre ese tema no se lo habían dejado publicar. ¿A qué se refería?

- En el mundo de la cosmética, como en todos, hay mucho de engaño. A veces pensamos simplemente que lo más caro es lo mejor y no, hay productos, cremas naturales de marcas con menos publicidad y son estupendas. Pero, meterse en el mundo de dar nombres, empresas... pues es difícil, claro. 

- Nunca le ha importado mojarse en política. ¿Eso pasa factura?

- Me temo que en España sí y eso es muy triste porque una cultura democrática se basa en respetar las posturas del otro. De todas formas yo nunca, nunca he sido de siglas. Soy de personas, no de partidos. Debíamos mirar más eso, quién es válido más allá de qué marca tenga detrás. 

- Inevitablemente le tengo que preguntar por el asunto del momento: Rocío Carrasco.

- La verdad es que es un asunto en que estoy intentando ser cauta. Mira, yo  tengo una mente muy científica y creo que las cosas no se deben interpretar hasta tener todos los datos. Creo que deberíamos ser más prudentes. Lo que no me gusta es que nos estamos poniendo en opiniones extremas, o con uno o con otro y no es así. 

Cristina Tárrega. 

- Ahora comparte sofá con Rocío Flores en el El programa de Ana Rosa. ¿Le ve futuro en televisión?

- No sé si ella quiere dedicarse a esto. La verdad es que creo que lo hace bien, pero desconozco su futuro. 

- En ese mismo sofá también está Isa Pantoja. ¿Las nuevas famosas son las hijas de las famosas?

- No creo que tenga que ser así. Es una decisión de cada persona. Hay hijos de gente muy importante que nadie conoce. Eso sí, me parece igual de respetable una decisión que la otra. Nada es malo porque sí. Cada uno ha de elegir qué quiere hacer en la vida.