Japón estrena primer circuito de lujo para millonarios: En un bosque y super exclusivo

La pasión por los coches en Japón crece día a día. En la industria automotriz del país se reinventan y redefinen los límites, creando nuevos diseños, vehículos e incluso trazados. Aunque en el país ya existe el reconocido circuito de Suzuka, ahora hay que sumar uno de reciente construcción, el circuito Magarigawa Club, un circuito sorprendente que, lejos de seguir los estándares tradicionales, es fruto de la visión de un multimillonario japonés que anhelaba tener su propia pista de carreras.

Ubicado en Minamiboso, a 75 minutos del centro de Tokio, 60 minutos del aeropuerto de Haneda y 75 minutos del aeropuerto de Narita, está construido en un entorno único con vistas privilegiadas al monte Fuji y la bahía de Tokio. El circuito del Magarigawa Club combina la emoción de la velocidad con el lujo y la sofisticación. Un circuito privado especialmente diseñado por el equipo de Hermann Tilke, arquitecto responsable de la gran mayoría de circuitos modernos de Fórmula 1; que serpentea a través del paisaje montañoso, ofreciendo vistas impresionantes y desafíos emocionantes para los conductores más exigentes.

El circuito, meticulosamente diseñado con 22 curvas desafiantes y una recta de 800 metros donde 'pisar a fondo', pone a prueba las habilidades de los conductores más exigentes y proporciona a los miembros la oportunidad de demostrar sus habilidades al volante en un entorno seguro y controlado.

The Magarigawa Club

Pero la experiencia del The Magarigawa Club va más allá del circuito. Y es que la instalación se distingue por una propuesta integral de lujo, donde los miembros podrán disfrutar de alojamientos de primer nivel, restaurantes gourmet y una amplia gama de instalaciones de última generación. Un refugio para los millonarios que buscan experiencias exclusivas, en un espacio sin igual para los amantes del motor más exigentes.

El conjunto representa la perfecta fusión entre la emoción de la conducción de lujo y la serenidad de la naturaleza, y por una cuota anual de 230.000 euros,  sus miembros podrán utilizar la pista con sus vehículos privados, así como disfrutar de todas las instalaciones del complejo, viviendo una experiencia incomparable que cambiará su perspectiva sobre el lujo automovilístico para siempre.

Un circuito con todos los lujos

En las últimas décadas cada vez más millonarios se han decantado por la compra de superdeportivos de alto rendimiento, sin embargo, estos vehículos no están hechos para ir de compras, circular por la ciudad o pasear a la familia. Son "obras de arte de la ingeniería" diseñadas para la velocidad y el asfalto, no para actividades cotidianas.

Para satisfacer las necesidades de estos millonarios amantes de la velocidad, surge en Japón el primer circuito privado de lujo exclusivo, para un reducido grupo de miembros que pertenecen a The Magarigawa Club.

Circuito Magarigawa Club

Este trazado de 3,5 kilómetros de largo se debe al estudio del alemán Hermann Tilke, arquitecto responsable de la gran mayoría de circuitos modernos de Fórmula 1, como el rediseño de Silverstone, el circuito de Sepang o el de Yas Marina. Construido en un cortado de las montañas, el circuito ofrece una altitud variable de 250 metros de entre los diferentes puntos del trazado.

"El único club de conducción del mundo con un curso como ningún otro", así se definen, y es que no es una novedad que autódromos así existan, en España tenemos el Ascari Race Resort, en Ronda. Pero lo que diferencia a The Magarigawa Club del resto es la combinación de la velocidad del trazado con la exclusividad y el lujo que sus socios disfrutan fuera de la pista.

Un destino de lujo para un experiencia inolvidable

Una propuesta de lujo, combinada con un paraíso para aficionados a los coches de lujo, convierten el The Magarigawa Club en un "refugio" para millonarios, donde disfrutar de alojamientos de primer nivel, restaurantes gourmet y una amplia gama de instalaciones de última generación.

"Puedes disfrutar de la belleza japonesa de los cerezos en flor, los arces y el bambú", su perfecta fusión entre la adrenalina y la serenidad de la naturaleza, promete ofrecer recuerdos inolvidables para todos aquellos afortunados que puedan permitirse una cuota anual de 230.000 euros. 

"Puede disfrutar de la brisa del mar en verano, las hojas de otoño en otoño y la fresca vegetación en primavera", y es que aquellos que buscan disfrutar una experiencia automovilística exclusiva, en este paraíso natural lo podrán hacer en cualquier época del año.