Entre las tradiciones más pintorescas y desconocidas figuran la 'Captura de Judas' o la 'Ceremonia de Volatín' en la provincia de Navarra
Así se vive la Semana Santa en el norte de España: De la sobriedad en Viveiro a 'El Abanderado' en Asturias
La Semana Santa constituye una época de recogimiento y reflexión para los creyentes y de carácter más festivo para otros. A lo largo de todo el país se celebra, con sus características y señas identitarias según los territorios. Desde majestuosas procesiones hasta solemnes ceremonias esta festividad, que acogemos desde tiempos inmemoriales, provoca una intensa emoción en la gente. Y si hablamos de ella, lo primero que se nos viene a la cabeza es la tradición andaluza. La Madrugá de Sevilla, las procesiones de los Gitanos o la del Silencio de Granada.
Pero lo cierto es que la geografía española está llena de lugares a los que ir esta semana. Algunos se encuentran en el norte del país, donde se pueden vivir experiencias sublimes junto a paisajes increíbles.
Galicia, la Semana Santa de Interés Internacional
El paraíso natural que es Galicia acoge algunas de las festividades más importantes a nivel nacional. De hecho, muchos sitúan la Semana Santa de Ferrol por delante, incluso, de la andaluza. La ciudad coruñesa acoge más de 400 años de historia y tradición, y es considerada de Interés Turístico Internacional.
En ella, cinco cofradías recorren el casco antiguo de la ciudad desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, creando un ambiente solemne durante toda la semana. Con origen en la llegada de personas extranjeras en busca de trabajo, esta se ha convertido en un momento donde enlazar múltiples maneras de entender la religiosidad y la vida. Precisamente, es esa unión cultural la que ha hecho de Ferrol un lugar mágico donde la lluvia es lo único que genera incertidumbre; en definitiva, un destino obligatorio.
Una de las procesiones de Viveiro.
Lo mismo podemos decir de Viveiro, reconocida también mundialmente. Ambas tienen sus orígenes unos cuantos siglos atrás. Su carácter sobrio la ha situado como una Semana Santa pura, con mucho valor artístico en su ornamentación y sus imaginarios. Este año se podrán disfrutar hasta 15 procesiones o escuchar el pregón de manos del eminente psiquiatra Celso Arango López. Y es que, aunque la meteorología es allí otro de los temas que más resuenan estos días, lo cierto es que la ciudad y toda la zona cuentan ya con gran cantidad de reservas y visitantes.
Planes originales en Asturias
Asturias también tiene sus propios festejos característicos, que provocan la sorpresa del público asistente Un ejemplo de ello es Luanco, una villa marinera donde podrás ver una tradición religiosa muy poco común. Allí, el Domingo de Resurrección se puede disfrutar de la llamada “Ceremonia del Abanderado”. En una peculiar escena, justo antes de que se encuentren las procesiones que portan a la Virgen María y al Cristo Resucitado en su pequeña playa de La Riba, el abanderado de la Cofradía de Pescadores ondea la bandera con fuerza y de rodillas sin que esta toque la arena, lo que provocaría un “mal año para la pesca”.
Imagen de la 'Ceremonia del Abanderado'.
Para los menos religiosos, el Principado acoge el día 29 de marzo una celebración considerada de Interés Turístico Regional, una espectacular carrera de caballos por la orilla de la playa de Santa Marina, en Ribadesella. La competición se creó para fomentar el mundo hípico en la región, volviéndose muy popular desde sus inicios y convirtiéndose en emblema de la ciudad. La belleza de estos imponentes animales junto a la del mar, crean un espectáculo único de gran repercusión mediática.
Impulso económico y turístico en Castilla y León
En Castilla y León estas celebraciones son una veneración a su herencia cultural, y cuentan con varios reconocimientos internacionales y nacionales de turismo, que además este año será de gran importancia para el desarrollo económico de la región, ya que según la empresa de empleos Randstad, se prevé que estas generen un 23% más de empleos que el año pasado por estas mismas fechas.
Marcha del 'Cinco de copas'.
Medina del Campo, es sede del Centro de Interpretación de la Semana Santa Española y es que Valladolid, cuenta con unas tradicionales fechas históricas que remontan desde finales del siglo XV y es como ver una obra de arte, literalmente, ya que muchas de las tallas del Museo Nacional de Escultura de Valladolid acompañan los pasos por todas las calles de la ciudad.
Por su parte, Zamora tiene un atractivo especial estos días, ya que sus procesiones han sido declaradas Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Internacional. Entre las más destacadas encontramos algunas como las Capas Pardas, el paso Cinco de Copas o la Marcha de Thalberg.
Quien también ha sido internacionalmente reconocida por sus reconocimientos de Semana Santa es Salamanca, que cuenta desde 2003 con el título de Patrimonio Mundial, ciudad que además de contar con múltiples cofradías, procesiones o congregaciones, alberga a la famosa Universidad de Salamanca, su magnífica Catedral o su imponente Plaza Mayor.
Tampoco podemos olvidarnos de Segovia que en sus pasos del Viernes Santo tiene como telón de fondo la increíble e imponente estructura del Acueducto
La Bajada del Ángel o la Captura de Judas en Navarra
En las localidades de Navarra la Semana Santa se vive con una trascendente intensidad, ya que en ella se fusionan la historia y la tradición. Allí se puede disfrutar de la Bajada del Ángel, un acto solemne en el que un niño desciende para revelar a la Virgen la resurrección de su hijo, que lleva celebrándose en Tudela desde hace siete siglos. Al igual que la ceremonia de Volatín, donde un muñeco representa a Judas y este es quemado a la vez que zarandeado, en una representación de venganza por su traición. Esta última, aunque se remonta al año 1732 gracias a la Cofradía del Santísimo Sacramento, dejó de celebrarse por un tiempo hasta que en 2002 fue nombrada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
'Captura de Judas'.
Además de estas ciudades, la Semana Santa tiene un sinfín de actos litúrgicos que cada año reúne a miles de visitantes. Así, podremos asistir a la captura de Judas en Cabanillas, la procesión del Santo Entierro en Pamplona, o a la representación de la pasión de Cristo por las calles de Andosilla, que se convierten en la viva simulación de la época e incluso recrean a la perfección un Mercado Hebreo en el que poder adquirir productos autóctonos y artesanos.
Tradición y diversión en el País Vasco
En Euskadi, por su parte, estos días se viven con un poco más de silencio y devoción a través de una comunidad muy unida y de actos simbólicos en los que se refleja la rica herencia cultural de esta región. Vizcaya, por ejemplo, se transforma en la imagen viviente del Vía Crucis de Balmaseda, donde sus habitantes recrean las últimas horas de Jesús.
Por otro lado, en Bilbao y en Gipuzkoa, desde el Viernes hasta el Sábado Santo, sus calles se sumergen en el silencio absoluto, roto solamente por el golpe de las lanzas en el suelo de los armatus o soldados, al paso de sus procesiones y cofradías.
Via Crucis de Balmaseda.
Al contrario que en las calles medievales de Segura, que en los últimos 20 años ha celebrado sus procesiones acompañados por una banda sonora, que aporta esa sensación de unidad entre sus habitantes y de pertenencia, ya que estas interpretaciones se han transmitido a lo largo de numerosas generaciones, porque la música es un lenguaje universal, que conmueve y emociona.
Y para los que prefieren planes menos religiosos, Bilbao ofrece el “Bilbao Basque Fest”, una experiencia inmersiva llena de recreación, que fomenta la cultura vasca con toda su diversidad y riqueza; ofrecen unas 200 actividades entre las que destacan las catas de quesos y vinos de la región, representaciones teatrales, conciertos, mercado artesano de productos locales donde se podrán adquirir piezas únicas, sesiones de cine e incluso actividades deportivas como la pelota vasca o el levantamiento de piedras.
