Vídeos: Dos mil restauradores de Mallorca salen a la calle contra las medidas del Gobern balear

La cuestión es que la manifestación de este martes en Palma de Mallorca no estaba autorizada por la Delegación de Gobierno de Baleares, argumentando problemas sanitarios. Sin embargo, la misma Delegación del Gobierno en Baleares, autorizó dos actos independentistas en el pasado mes de diciembre, a pesar de ser también multitudinarios.

Los restauradores se concentraron ante el Consulado del Mar —sede del Ejecutivo autonómico— para protestar por la decisión del Armengol, presidenta socialista de las islas, de prohibir la apertura de los bares y los restaurantes de Mallorca hasta el próximo 30 de enero. Una decisión idéntica ha sido adoptada también por el Govern en Ibiza, debido a que ambas islas se encuentran en el máximo nivel de alerta sanitaria por el incremento de casos de coronavirus en Baleares durante las últimas semanas.

En la concentración se escucharon de forma continua gritos de "¡Armengol, dimisión!". Además, muchos de los asistentes portaban pancartas con el lema «¡Basta ya!». La práctica totalidad de los concentrados portaban mascarillas, pero algunos de ellos no respetaron la distancia de seguridad.

La protesta se transformó, pasando de concentración a manifestación, que se llevó a cabo por las principales calles de Palma, con paradas en el exterior del Parlamento autonómico y frente al Ayuntamiento de Palma. Ante la Cámara autonómica, cuya entrada estaba fuertemente custodiada por la Policía, algunos manifestantes encendieron bengalas y tiraron petardos. La protesta acabó a primera hora de la tarde del martes, no sin antes producirse varios momentos de tensión con la Policía.

Durante la concentración y la posterior manifestación, se ha desplegado un fuerte dispositivo policial, que ha incluido a agentes antidisturbios. No se han producido incidentes destacables, aunque sí se han percibido varios momentos de tensión a lo largo de la mañana. En respuesta a la protesta de los restauradores, Armengol ha afirmado poco después, a preguntas de los periodistas, que entiende «la crítica», si bien ha añadido que su "responsabilidad primera" es "proteger la salud".

Desde este miércoles, los bares y restaurantes de Mallorca y de Ibiza no podrán abrir sus puertas, si bien podrán ofrecer "take away" y servicio a domicilio. En cuanto a las grandes superficies y los centros comerciales de ambas islas, también deberán permanecer cerrados, con la excepción de sus espacios de alimentación e higiene. Además, tampoco podrán abrir los gimnasios y los SPA. Todas estas restricciones simultáneas en Mallorca e Ibiza se mantendrán como mínimo hasta el 30 de enero.

Este lunes Mallorca presentaba una incidencia acumulada de 617 casos de coronavirus por 100.000 habitantes, cuando el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades considera que por encima de 60 casos debe entenderse que un territorio está ya en una situación de riesgo. En Ibiza, la incidencia acumulada era de 690 casos por 100.000 habitantes.

En la actualidad, la delegada del Gobierno es la socialista Aina Calvo, que fue alcaldesa de Palma entre 2007 y 2011. Por lo que respecta a los dos actos independentistas que sí fueron autorizados hace dos semanas, estos se celebraron el 27 y el 29 de diciembre respectivamente. El primero había sido convocado por el Bloc d'Unitat Popular y consistió en una cadena humana ante la antigua muralla de Palma, en la que participaron unas 200 personas. El segundo acto, organizado por el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans y por Arran, fue una manifestación por las calles del centro histórico de la capital balear, que contó con la asistencia de unas 100 personas.

Delegación de Gobierno ya ha advertido que sancionará a los organizadores de esta concentración que ha tenido lugar ayer martes frente al Consolat de Mar y que había sido específicamente prohibida.

Protesta de hoteleros en Palma de Mallorca.

La hostelería está siendo fuertemente azotada en Mallorca por culpa del coronavirus, teniendo en cuenta que, junto al turismo, es prácticamente la única fuente de ingresos de la comunidad autónoma. Ya en abril del pasado año se estimaban pérdidas de hasta 170.000 millones de euros.

Alfonso Robledo.

Por eso, desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), se propusieron bonificaciones excepcionales, flexibilidad en los ERTEs, cancelaciones y suspensiones de cobro para algunos tributos y que no se limitase el aforo en terrazas, entre otras muchas medidas. Alfonso Robledo, del CAEB, explica a elcierredigital.com que "el problema es que la gente está muy enfadada. Aquí seguimos pagando basura, IBI, agua, seguros sociales, etc... y nos dan 1.500 euros en total para todo esto. En Francia dan 10 mil euros al mes, en Alemania el 75 por ciento de la facturación del pasado año y en otros países hasta 20 mil euros al mes. Pero la gente que no tiene para comer ¿cómo quieren que paguemos los seguros sociales? Los ERTEs están tardando dos meses para cobrarlo, pero Hacienda y la Seguridad Social nos cobran igual. El Gobierno recauda pero no da".

El cierre de Baleares afecta a 14.000 empleados. "Somos quienes peor lo pasamos económicamente. Aquí no ha habido verano, la gente se ha movido en coche dentro de la Península y en la costa algo se ha hecho, pero aquí no ha venido nadie y dependemos del turismo exterior", explica Robledo.