25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

De conseguir sus objetivos cambiaría radicalmente el control de la cadena ganando poder la hermana de Isidoro Álvarez y su hijo Dimás Gimeno

Sigue la guerra por el control de El Corte Inglés: La Justicia admite la demanda contra la adopción de Marta y Cristina Álvarez Guil

Dimas Gimeno con las hermanas Álvarez Guil
Dimas Gimeno con las hermanas Álvarez Guil
El juzgado numero 10 de Madrid ha admitido a trámite la demanda de María Antonia Álvarez, hermana de Isidoro Álvarez y madre de Dimas Gimeno, contra el proceso de adopción que el fallecido presidente de la compañía de centros comerciales hizo con Marta y Cristina Álvarez Guil y la madre de estas, María Josefa Guil Navarro. Si se consigue, el poder cambiaría en El Corte Inglés.

El pacto firmado un día antes de la Junta General de Accionistas con el hasta este verano su presidente, Dimás Gimeno, solo ha supuesto una pequeña tregua en una de las más cruentas de la historia empresarial en España. La demanda interpuesta por precisamente la madre de Dimas Gimeno, María Antonia Álvarez, contra la adopción de Marta y Cristina Álvarez Guil puede acabar haciendo nula la herencia y, por tanto, el reparto de acciones. De producirse los ganadores serían María Antonia Álvarez y Dimas Gimeno que podrían controlar de nuevo la cadena de grandes almacenes.

La demanda argumenta que "las adoptadas no habían convivido nunca con el adoptante, pues como hemos referido, D. Isidoro seguía pernoctando en la vivienda de su progenitora incluso después de casarse para que ésta no lo descubriera, hecho este que imposibilitaba la adopción legal de las mismas según la regulación del Código Civil anterior al año 2003, y que motivó que D. Ramón Hermosilla organizara una cobertura legal al efecto haciendo creer al Juez (a través de cuatro testimonios) que las hijas habían convivido con el adoptante antes de los 14 años".

En el escrito que ha admitido el juez aporta documentación para acreditar que en el "momento de la adopción, no sólo ambas eran mayores de edad, contaban Doña Marta con 38 años y Doña Cristina con 40 años, si no que se encontraban las dos demandadas casadas con sus respectivos cónyuges y con dos hijos cada una, siendo independientes económicamente, careciendo con ello del legítimo interés que la institución de la adopción conlleva consigo, probando la evidente irregularidad y vulneración de normas imperativas y prohibiciones legales con que se llevó a cabo el procedimiento adoptivo".

Un rumor dentro de El Corte Inglés

Estos argumentos son, desde hace muchos años, algo más que un rumor dentro de la estructura de El Corte Inglés, en el que son muchos los que afirman que siempre fue una “falsa adopción” de conveniencia para transmitir las acciones del difunto Isidoro Álvarez.

Cuatro testigos declararon entonces que las hermanas Marta y Cristina habían convivido con el entonces presidente del El Corte Inglés cuando eran menores de edad, un punto que se ha puesto en duda e incluso en la demanda se afirma que fue “falso testimonio”.

La admisión de la demanda supone un duro golpe a las hermanas después de la destitución de Dimas Gimeno el pasado 26 de agosto, y  su salida del consejo de “forma amistosa” a cambio de una indemnización que se especula que rondaba los 8 millones de euros.

Lucha encarnizada

Las hermanas son hijas naturales de Alfonso del Rey, conocido como Alfonso Camorra, y  María Josefa Guil , propietarios de la terraza El Riscal. En la herencia las hermanas adoptadas Álvarez Guil recibieron el 70% de IASA mientras que los hermanos de Isidoro Álvarez, María Antonia y César, y su sobrino, Dimás Gimeno, obtuvieron el 30% restante. IASA tiene una participación del 22% en El Corte Inglés, lo que se traduce en que las hermanas controlen un 15% de la empresa mientras que Gimeno, su madre y su tío se repartan un 3%, un 2% y otro 2%, respectivamente.

Esta no es la única demanda que tiene enfrentados en los juzgados a ambas familias. María Antonia Álvarez también presentó el pasado 20 de julio en los juzgados de Plaza de Castilla un escrito y dos pendrives que supuestamente contienen confesiones de dos altos directivos, Florencio Lasaga y Carlos Anselmo Martínez Echeverría, sobre "delitos y actuaciones ilegales en diferentes hechos pertenecientes a la herencia de Isidoro Álvarez" que ya habían sido denunciados ante otros juzgados.

Además, María Antonia Álvarez y su hermano César también decidieron llevar, con solo un día de diferencia, una demanda al juzgado número siete de lo mercantil y al número uno de lo mercantil de Madrid, respectivamente, en las que impugnan el acuerdo de la junta que decidió la reducción del capital de IASA que limitó el cobro de dividendos por parte de sus propietarios.

Si alguien pensaba que la guerra en El Corte Inglés estaba cerrada, se equivocaba.

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