26 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Los exiliados económicos de Maduro disparan los precios al nivel anterior a la burbuja inmobiliaria

Empresarios venezolanos eligen a España para invertir sus petrodólares y hacen crecer el mercado de viviendas de lujo en la capital

El centro comercial Sambil, de la familia Cohen, abrió en marzo de 2017.
El centro comercial Sambil, de la familia Cohen, abrió en marzo de 2017.
Madrid se ha convertido en la nueva Caracas. Al igual que Miami se convirtió en una nueva extensión de La Habana en el exilio, los venezolanos que se huyen de la asfixia política y económica del gobierno de Maduro han elegido España para seguir haciendo negocios e invertir su dinero. Nuestro país le proporciona la seguridad jurídica que Venezuela les niega. Ya han comprado más de 7.000 viviendas en el madrileño barrio de Salamanca, para rehabilitarlas y venderlas después como viviendas de lujo.

En julio de 2017 ya eran 73.000 los venezolanos residentes en España, aunque en enero de 2018, último dato disponible, el Instituto Nacional de Estadística (INE) censó a 95.000 mil venezolanos en toda España, de los cuales aproximadamente la mitad han adquirido la ciudadanía española y el resto reside con visado.

A finales de 2015 eran 44.000 mil, pero en diciembre de 2016 ya eran 50.000. Desde la llegada de Nicolás Maduro al poder la colonia venezolana en España va creciendo y con ellos llegan trabajadores, empresarios, intelectuales y grandes fortunas que están abandonando el país conforme las condiciones de vida se van deteriorando.

Vivienda de lujo en Madrid

Carlos Cervera, abogado especialista en tramitar visados a venezolanos que llegan a España explica que “han aumentado las visas por emprendimiento, las visas doradas por inversión”. En Venezuela ya eran conocidos empresarios y algunos conservan todavía parte de sus negocios allí, pero la mayoría ha sacado el dinero de Venezuela buscando evitar la hiperinflación –de la que no existen cifras oficiales- y la devaluación de su moneda nacional. Al principio buscaron refugio en el dólar, pero el Estado venezolano controla todas esas operaciones, las regula y las restringe. España, sin embargo, les ha ofrecido garantías, sobre todo después de la Ley de Emprendedores aprobada por el gobierno de Rajoy en 2013 y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que no les ofrece seguridad ni facilidades para invertir.

Con medio millón de euros obtienes la visa fácilmente

“La visa de emprendimiento sirve si realmente tienes dinero y puedes acreditarlo. Con medio millón de euros que inviertas en un inmueble puedes obtener una visa dorada o visa por inversión si demuestras que vas a hacer negocio, dar trabajo o montar una empresa, y en dos años puedes optar a la nacionalidad española”, apunta Cervera.

Entre los personajes venezolanos más relevantes se encontraría Alfredo Cohen, presidente del Grupo Cohen, que se trasladó con su familia a España en 2012 y en marzo de 2017 inauguró el Centro Comercial Sambil en la localidad madrileña de Leganés, tras invertir 59 millones de euros en su compra y remodelación o Miguel Ángel Capriles, familia del político opositor Henrique Capriles, que compró durante los últimos cinco años varios edificios en zonas nobles de Madrid, como la calle Lagasca, Barquillo o Fernando VI de Madrid, y el popular Patio Maravillas, un edificio municipal, “ocupado” durante años y que compró mediante subasta pública.

Carlos Cervera (Bernardo Paz)

Después la familia Cohen compró un edificio en la calle Don Ramón de la Cruz por 11,5 millones de euros, remodelándolo y construyendo 14 apartamentos de lujo. El desarrollo de la promoción y comercialización corrió a cargo de The Corner Group, una inmobiliaria dirigida por el venezolano Roberto Perri Aristeguieta, que ya intervinó en la remodelación del outlet de Sambil y cuya promotora comercializa ahora mismo nueve edificios en Madrid, en calles como Nuñez de Balboa 86, Francisco de Rojas 2, Castelló 82, Fuencarral 149 e incluso Gran Vía 61.

Sólo en el madrileño barrio de Salamanca, según cálculos de las compañías inmobiliarias, unos 7.000 viviendas de lujo están en manos de dueños venezolanos. Al principio, compraban un lugar donde vivir y autoexiliarse, pero ahora compran inmuebles, los remodelan y vuelen a venderlos o alquilarlos. El pasado año los precios en este barrio subieron un 17 por ciento, colocándose a nivel de 2007, antes de la burbuja inmobiliaria.

Discreción y pasar desapercibidos

A pesar de todo, los inversores y empresarios venezolanos importantes siempre piden discreción y no les gusta aparecer en los medios para no dar pistas sobre sus fortunas. De hecho, en febrero de 2018, nació en Madrid el Consejo Iberoamericano de Inversores y Talentos (CIITA), una plataforma formada por 18 empresarios venezolanos, que, a preguntas de Elcierredigital.com, declinó su participación en este reportaje. El CIITA fue fundado por Rolando Seijas, administrador único de SNB CCS INVEST SL.

Con sede en la calle Conde de Aranda, en pleno centro del barrio de Salamanca, SNB se dedica a asesorar a empresarios venezolanos que desean emprender o invertir y, precisamente, es en el madrileño barrio de Salamanca, donde el metro cuadrado no baja de los 6.000 euros donde mejor trabaja Seijas, que ha doblado los activos de la empresa y las ventas sólo durante los últimos seis meses del año 2017.

La mayoría de los compradores de inmuebles son opositores al régimen de Maduro y vinieron huyendo de las diferentes oleadas de crisis, pero otros siguen ligados al gobierno venezolano por lazos económicos y sociales. En Madrid viven 30.000 venezolanos de toda clase y condición y no todos los venezolanos que llegan a España lo hacen mediante la “Golden visa” o visa dorada. Algunos, perseguidos por el régimen de Maduro, piden asilo político, como la activista y jueza Marianna Gil Ochoa, que intenta obtener su residencia en España con la ayuda del abogado Carlos Cervera, que también asesora a venezolanos descendientes de sefardíes, otra manera de adquirir rápidamente la nacionalidad española, aunque este método caducará en 2019.

Con esta curiosa mezcla es muy posible encontrarse en el mismo restaurante al padre del opositor Leopoldo López, en arresto domiciliario, Ernesto Leopoldo López Gil, compartiendo espacio, que no mesa, junto a defensores o personas relacionadas con el régimen de Maduro y Chávez. Ernesto Leopoldo López es administrador solidario de La Atrevida de Hermosilla, empresa fundada en 2016 y dedicada a la inversión inmobiliaria y socio de Yoda Predictions, empresa dedicada a la publicidad y relaciones públicas.

De hecho, la detención de más alto perfil de un venezolano en España hasta la fecha fue solicitada por el gobierno de Maduro. En abril de este año, la policía española detuvo a Claudia Patricia Díaz, ex tesorera durante dos años del gobierno venezolano en el Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional (FONDEN) y también fue enfermera del fallecido presidente Hugo Chávez y a su esposo, que era jefe de seguridad. Los arrestos se dieron a partir una investigación de supuesto lavado de dinero, que incluía la compra de un apartamento de 1,8 millones de euros en Madrid en 2015 por parte de la pareja. Son varios los familiares y funcionarios del gobierno de Chávez y Maduro que viven en España y cuyo salario venezolano no les permitiría comprarse un apartamento caro en nuestro país. Son los conocidos y señalados como “bolichicos” por los opositores venezolanos, que suelen colgar vídeos suyos en redes sociales disfrutando de un alto nivel de vida en España.

Nada que ver con los primeros inmigrantes venezolanos llegados a España, que comenzaron a hacerse con franquicias de entrega de paquetes a domicilio o compraron algunos Subway, restaurantes americanos de comida rápida. Por ejemplo, en el terreno de la restauración uno de los empresarios más importantes es Andoni Goicoechea, fundador de Goiko Grill y administrador único de Goiko Gourmet, que trabajaba como médico MIR en el madrileño hospital de La Paz y un día decidió colgar la bata y ponerse un delantal. Ahora tiene cerca de 40 restaurantes y vendió hamburguesas por más de 8 millones de euros el pasado año. Hace un año su negocio fue valorado en unos 150 millones de euros por la empresa francesa LVMH.

COMPARTIR: